La sirena y el Tritón. Tormenta y Tentación un azote constante en la embarcación.
Vamos, despierta, mi querida Alma Marinera, despierta y no te quedes postrada en la catrera. Arriba dormilón, que se acerca la tormenta junto con la tentación. No descuides tu corazón.
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Donnerstag (Jueves)
☁️🌡️12°⛵️
Esto que hoy escribo no me canso de repetirlo, y lo comparto para tí, mi querido compañero de recorrido.
Tú, que ya eres un Alma marinera en el Velero que se dirige al cielo, tú que dices ser un cristiano verdadero, debes saber y recordar que en más de una ocasión, y te aseguro que serán muchas más de lo que puedas imaginar, te encontrarás luchando contra una dura tempestad o contra un deseo que te hará pecar.
Admito que suelo ser recurrente o repetitivo con algunos temas en la Bitácora, pero hay dos cosas que se repiten o que aparecen todos los días mientras navegamos por esta vida: una es la prueba o la aflicción y otra es la tentación. Luchamos constantemente con estas dos cosas y a más de un marinero he visto tirado llorando, asustado por la situación o amargado y dolorido luego de haber caído. Todo esto lo digo porque yo mismo lo he vivido.
Si llevas tiempo navegando en este recorrido ya sabes que hay instrucciones muy básicas que podemos pasar por alto, sucede a diario que nos quedamos dormidos, olvidando que día tras día en este mar corremos un gran peligro.
Querido hermano, querida hermana, queridos navegantes, recordemos que debemos ser muy vigilantes. No sólo tendremos que enfrentar muchas tormentas por delante, sino también, tentaciones y deseos desafiantes que nos pueden desviar del rumbo que ya nos trazó nuestro Buen Capitán.
No olvides Marinero que, mientras navegas muy entretenido, te enfrentarás a la tentación y si estás distraído serás seducido por alguna atractiva Sirena imaginaria que te hablara con dulzura pero sin duda buscará sumergir tu alma en la zona más oscura.
Querida Marinera que también navegas. No te hagas la desentendida, no te confíes en este mar de la vida que las tentaciones también te pueden atrapar y terminarás muy mal. Recuerda que en el mar no sólo hay Sirenas, sino también Tritones, (tal vez debería llamarles Tiburones) es que hablo de aquellos seres hermosos, pero fabulosos, engañosos. Atractivos, musculosos, que hasta aparentan ser muy piadosos, pero son extremadamente peligrosos.
Queridos y amados, compañeros y marineros del velero, creo que ustedes saben muy bien a lo que me refiero.
Ayer dije algo que vale la pena volver a mencionar porque tal vez alguno ya lo olvidó o no lo leyó:
“Los cristianos necesitamos aprender a estar de rodillas y en oración, para no sucumbir frente a las pesadillas y a la tentación.”
El tiempo que pasamos, tempranito en la mañana, buscando estar a solas, en comunión con el Señor, no nos libra de la prueba o la tentación, pero nos prepara y nos ayuda para hacer frente a la batalla y soportar la aflicción.
Recordemos e imitemos a Jesús, quien, a pesar de haber tenido un día muy agitado, sirviendo y ayudando a los más necesitados, siempre al día siguiente se levantaba muy temprano para orar, meditar y hablar con su Padre Celestial.
Esto nos relata Marcos:
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.”
(Marcos 1:35)
Lucas también nos relata que Jesús, antes de tomar una decisión, pasaba tiempo en oración:
“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.”
(Lucas 6:12)
¿Por qué Jesús consideró necesario pasar toda la noche orando?
Bueno veamos cómo sigue el pasaje:
“Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles”
(Lucas 6:13)
Cuántas veces elegimos gente por la necesidad urgente del presente o ponemos nuestro voto sobre un candidato para el ministerio, sin haber orado como debemos. Luego nos quejamos por los resultados que obtenemos.
Quisiera que recordemos un ejemplo más. Pensemos en Daniel, aquel que se mantuvo fiel a su Dios y rechazó muchos de los privilegios y hasta los más sabrosos alimentos que el Rey de Babilonia le ofreció, por aquellos tiempos.
En una oportunidad muchos se unieron en contra de Daniel y firmando un edicto se lo presentaron al Rey. La idea principal era impedir la oración en toda la nación. ¿Te suena similar está situación con lo que suele pasar en la actualidad?
Hay lugares donde antes se oraba en las escuelas, o se hablaba de Dios, pero con el tiempo la oración fue eliminada y los que andan con la Biblia en la mano son rechazados o atacados.
¿Qué hizo Daniel cuando se enteró que aquel edicto se aprobó?
Leamos con atención:
“Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.”
(Daniel 6:10)
Daniel sabía que su vida corría un gran peligro si seguía con su vida de devoción a Dios. Él estaba en una tierra extraña y muchos lo odiaban, pero aún así y con más razón perseveró en la oración. Aunque, bien sabemos que esto no lo libró del problema y fue lanzado al temido foso del león, pero allí experimento la más grande salvación.
Hermano, hermana, mi querida Alma Marinera, no te olvides de velar y orar, como el Capitán nos enseña, para no ser destruido por la tormenta o arrasado por la tentación que, de tantas formas hermosas, se nos presenta a todos en la tripulación.
Recuerda Marinero que siempre puede sonar la sirena de la alarma o se pueden aparece los dos seres mitológicos de la tradición: La dulce Sirenita o el musculoso Tritón que llega con la tentación, y si no estamos firmes nos llevarán a la amargura y la desolación.
Abrazo fuerte y mantente atento que siempre se levantan tentaciones y malos vientos.
Gerwuer 📖🌬️⛵️
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