LA HISTORIA DEL RICO Y EL POBRE ¿Con qué nos encontraremos del otro lado de esta vida?

Marinero, detente para meditar en la Historia del Rico y el Pobre y recuerda que del otro lado no tiene valor la posición social, sino la posesión de una verdadera nueva vida espiritual.

Gerwuer

Mittwoch (Miércoles)

⛅🌡️3°⛵️

Las hora de ayer ya se fueron. El día que pasó tan solo quedará en el recuerdo. Algunos todavía siguen navegando por este mar de la vida y otros ya se han marchado, cruzando hacia el otro lado.

Lo que escribí en la Bitácora de ayer probablemente muchos no lo han leído, no se han enterado. Otros que tal vez lo leyeron, no lo creyeron.

Así son las cosas y contra esta realidad nada puedo hacer. Solo puedo ORAR y continuar, es decir: LEER, MEDITAR Y OBEDECER.

Me detengo para orar. Si quieres puedes considerar mi oración, pero por favor no la repitas, no hagas como suelen hacer las personas en algunas religiones que en lugar de orar sus propias oraciones, solo repiten lo que otro ya pidió. Eso en realidad se llama rezar, que no es lo mismo que orar. Orar es hablar con Dios, simplemente hablar desde lo más profundo del corazón.

Este es mi TIEMPO DE OLMO es mi tiempo de Orar, luego Leer, Meditar y Obedecer. Lo repito porque pienso que algunos todavía no lo saben o no lo han entendido.

Así que ahora quiero orar:

Querido Capitán, mi Señor, mi ayudador, tú sabes bien cómo estoy, cómo me siento y cómo está mi alma por dentro. Oh Padre Eterno, tú conoces bien mi corazón, conoces mis más oscuros pensamientos.

Señor, tú sabes que la gente me juzga por la apariencia. Me juzgan por mi manera de hablar. Hay quienes me juzgan mal porque soy de otra nacionalidad. Tengo otra cultura, otra forma de pensar.

Mi familia, mis compañeros en el trabajo y los que me rodean solo me pueden conocer por fuera, pero la opinión de los demás no tiene ninguna influencia sobre la eternidad. No tiene ningún valor si me aman o me rechazan por mi aspecto, mi color, mi posición económica o social, yo sé bien que todo eso da igual. Tú puedes ver bien mi interior y eso es lo principal.

Tú puedes ver si en realidad te amo, si creo literalmente todo lo que dices en tu Palabra. Sólo Tú sabes si te estoy siguiendo de cerca o hace tiempo que me he alejado y no hago nada de lo que me has recomendado.

Mi amado Señor, aquí estoy deseando meditar en tus versos inspirados. Quiero leer tu Palabra y saber lo que has hablado. 

Cómo ya te he pedido en días pasados hoy te vuelvo a pedir que mis ojos pegados y endurecidos puedas abrir. 

Dame, oh Señor, un claro entendimiento de lo que a mí alrededor está sucediendo. 

Abre mis ojos para ver aquello que realmente es importante y que diariamente está pasando a mi lado.

Ayúdame para que no ignore a mis amados... mi esposa, mis hijos, mis seres queridos que tantas veces los he descuidado por estar enfocado con la mente en otro lado.

Reconozco Señor que muchas veces estoy tan concentrado en la pantalla del teléfono móvil que ignoro la realidad, ignoro a los demás, y eso no está nada bien. 

Necesito ser honesto... debo dejar de buscar lo que solo a mí me agrada y me hace sentir bien. Debo tener cuidado y no luchar todo el día tratando de lograr mis objetivos, buscando lo que me da placer y alegría pero que muy pronto se termina.

Padre Celestial, no puedo negar que me pasa lo que les pasa a muchos en la actualidad. Estamos como atrapados, nos hemos vuelto como esclavos del teléfono celular. 

Nos atrapó la tecnología y si no tenemos cuidado dejaremos de pensar como seres humanos. Puedo ver que en estos días crece más lo que llamamos IA... esta inteligencia artificial nos está mostrando otra realidad que tan solo es virtual.

Cómo digo, mi Capitán, estoy viendo que nos estamos volviendo esclavos de los aparatos electrónicos y estamos perdiendo el tiempo. Estamos dejando que se nos pase la vida sin poner la mirada en las cosas de arriba.

La Pantalla con sus noticias y sus mensajes nos mete en la cabeza todo tipo de información y muchas veces somos arrastrados en otra dirección. Somos engañados, somos estafados, somos manejados por las cosas que otros dicen.

Oh mi Señor, tanta distracción nos está desviando de la verdad. Estamos descuidando tu Palabra.

Ayúdame y ayúdanos a todos los que te amamos a recordar que pronto de este mundo nos vamos.

En el nombre de Jesús.

Amén

Bueno, he dejado aquí mi oración. He derramado algunas cosas que pesan en mi corazón.

Ahora abro La Biblia y me detengo a leer tan solo un pasaje para considerar... te sugiero que hagas lo mismo. 

Leemos Lucas 16:19-31

“Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.

Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. 

Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.

Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

(Lucas 16:19-31)

Luego de leer todo el pasaje intento Meditar.

 

Leo detenidamente y me hago preguntas. Pienso y pienso... 

¿Qué es lo que el Señor me quiere mostrar con este relato? ¿Qué mandato o qué aplicación puedo sacar de este pasaje que me ayude a seguir en este viaje?

Te recomiendo que vuelvas a leer el pasaje. Toma notas. Piensa... Mastica y Mastica... medita y medita. 

En mi caso puedo ver que, cuando ya estamos del otro lado de este mar de la vida, no tenemos ninguna opción, no hay alternativa. No hay salida. 

Considera y aplica. Obedece lo que el Señor te esté mostrando o enseñando... Yo me quedo pensando en esto:

Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.

(Lucas 16:29)

En otras palabras está diciendo:

La Biblia ya la tienen, no necesitan nada más ... conózcanla, léanla, escúchenla, créanla... si quieren ser salvos por la eternidad.

Me despido por ahora. Sigamos avanzando y confiando. Rogando y meditando.

Abrazo fuerte

Gerwuer ⛵️