Aprendamos lo que es el verdadero amor.

El verdadero Amor se manifiesta en el servicio, pero no hay servicio sin sacrificio. No podrás rescatar a una persona que se está ahogando en el mar, si no te quieres mojar y no te quieres arriesgar. Si quieres servir tendrás que renunciar a tu modo de vivir.

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Mittwoch (Miércoles)

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Todos nos descarriamos cómo ovejas y nos apartamos para seguir nuestro propio camino; pero Dios decidió venir y servir. Se arriesgó y a la tierra bajo. Cómo Cordero de matadero, en la cruz murió. La Biblia nos cuenta que Él, angustiado y afligido, no habló ... tan solo nos amó.

Isaías 53 lo expresa mejor:

“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Dios cargó en él el pecado de todos nosotros.

Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”

(Isaías 53:6-7)

Quisiera que pudieras notar que Jesús demostró en todo tiempo un amor sacrificial.

Hoy he leído una frase de Christopher Shaw que me ha hecho pensar en todo lo que acabo de compartir sobre la importancia de servir.

Esto es lo que escribió Christopher Shaw:

“El paso necesario, antes de realizar un acto de servicio hacia el prójimo, es identificar la necesidad del otro”

- Christopher Schaw

El mundo nos está empujando a pensar todo el tiempo en nosotros mismos. Lo que me gusta, lo que me da placer, lo que me hace sentir bien.

“Es mi cuerpo, y con mi cuerpo hago lo que quiero” dicen algunas mujeres luego de haber tenido una noche con varios “amigos”.

También se encuentran muchos marineros atrevidos y con el pecho erguido, son esos que no quieren escuchar la verdad que les decimos.

“Es mi vida y hago lo que se me antoja... no me vengas a molestar con tus lecciones de navegación. Ya me tienes aburrido con toda tu ilustración” (por no decir alguna palabrota...) y luego terminan la frase diciendo: “Yo navego la vida como quiero. Voy al mando de mi propio velero. Me gusta la vida loca y no quiero nacer de nuevo.”

Esta es la sociedad con toda la suciedad que nos rodea, con toda la oscuridad y la maldad, se hace muy difícil navegar.

 

En esta mañana me he puesto a pensar cuantas veces, en mi largo recorrido junto al Capitán, me he comportado con indiferencia, he dejado tirados a los que se están ahogando en sus propios pecados. 

No puedo evitar pensar en el religioso aquel que, viendo al hombre mal herido, sangrando, tirado al costado del camino, decidió mirar para otro lado y avanzar apresurado para no manchar sus vestidos. No se quiso agachar y ayudar para no correr peligro. Solo se preocupo en su reunión y su religión, pero no se ocupó de aquel que necesitaba ayuda y amor.

No puedo dejar de clamar:

“Oh, Señor, soy un hombre que necesita ser lleno de tu gracia y de tu amor. Cambia mi corazón. Cambia mi visión. Necesito mirar desde tu perspectiva y ayudar a las personas que navegan perdidas. Te ruego que obres en mi vida para no dejar olvidadas a las personas que están maltratadas y mal heridas por esta dura vida”

Amén.

Cómo cristiano, como ser humano, como marinero que navega rumbo al cielo, si solo estoy mirando desde mi propia perspectiva tan egoísta, no podré identificar la necesidad real de los que se están ahogando en el mar.

El verdadero amor es servicio y sacrificio. Quien Ama de verdad se sacrifica sin pensar en su propia necesidad. Quién Ama en profundidad no busca su placer o su comodidad, solo piensa en el bienestar de los demás.

Oh mi SEÑOR... vuelvo a pedirte de todo corazón... dame de tu verdadero amor... ¡Oh, cuánta necesidad tengo de tu amor para poder ayudar al pecador!

Mucho tiempo he pasado sentado en el banco, escuchando el sermón pero sin aplicar la lección. Sin jugarme la vida por salvar algún alma perdida.

Hoy quiero alabar y agradecer al buen Salvador que desde el cielo nos miró y nos amó. Es verdad lo que Juan escribió, que Dios tanto al mundo amó que en forma humana descendió. Jesús en la cruz murió para que todo aquel que crea en Él no llegue a perecer. 

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

(Juan 3:16-17)

Jesús identificó nuestra necesidad con toda claridad. Él pudo ver nuestra suciedad, pero no se quedó esperando que hagan algo los demás. Él mismo descendió, la toalla de siervo se ciñó. El Cordero de Dios vino y con su propia Sangre nos lavó. Su ejemplo nos dejó y luego nos envió: Hagan con los demás lo mismo que hice yo.

El Amor Verdadero se demostró en un viejo madero. Fue un gran amor tan sacrificial que en lugar de decir: “Padre manda fuego y destrucción porque han rechazado el mensaje y no quieren hacer las paces...” por el contrario este Amor, en la hora de mayor dolor grito: “PADRE, PERDONALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN.” (Lucas 23:34).

Amado marinero del velero, aprendamos que EL AMOR ❤️ es lo primero. Amemos con un corazón sincero y estoy seguro que al final un gran cambio veremos.

Abrazo fuerte y a seguir amando a toda esa gente que vemos diariamente, aunque sean muy indiferentes.

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