A corazón abierto. El único diagnóstico certero.



Dime Marinero... ¿Realmente crees que entrarás libremente al cielo? ¿Estás preparado para reconocer lo que solo el Capitán puede ver en tu interior? No te dejes engañar por lo que diga el corazón y escucha solamente la voz de Dios.


Gerwuer 


Samstag (Sábado)

☀️🌡️2°⛵️


¿Puedes afirmar que, a lo largo de tu corta vida, has hecho una buena letra? ¿Has escrito bien la historia de tu trayectoria por este planeta o tienes muchos borrones, manchas y tachones en la libreta?


Sin duda, una de las cosas más complicadas en la vida terrenal es llegar a ver la realidad desde el punto de vista celestial. Cambiar de posición y pensar como piensa Dios, requiere la humillación del corazón, aceptando que Él tiene razón y nosotros no.


En la Bitácora de hoy te invito a leer el diagnóstico de Dios sobre la condición real en la que nos encontramos todos los seres humanos en nuestro interior.


Podríamos decir que Dios es el médico del cielo que puede ver con total claridad lo que no pueden ver todos los demás.


Este es el diagnóstico que Dios nos da sobre el estado de la humanidad:


“Dios, el Señor, pudo ver que la malicia de los seres humanos era mucha sobre la tierra, y que todo el tiempo, los pensamientos o las intenciones del corazón, ciertamente eran maldad y perversión.”

(Génesis 6:5)


Esto es lo que Dios ha estado viendo en nosotros desde los primeros tiempos: maldad, egoísmo, engaño. En otras palabras: PECADO.


Leamos juntos lo que dice Dios por medio de Isaías:


“Desde la punta del pie hasta la cabeza no hay nada sano en ustedes; todo es heridas, golpes, llagas abiertas; nadie se las ha curado ni vendado, ni les ha calmado los dolores con aceite.”

(Isaías 1:6)


Lo que Dios está viendo en nosotros es algo espantoso, asqueroso y oloroso... Dios no puede tolerar estar cerca de nosotros.


Considera conmigo una vez más el estado en el que nos encontramos. Esta es la realidad. Aunque nos cueste aceptar:


Desde la planta del pie, hasta la punta de la coronilla, es decir hasta la cabeza... el ser humano literalmente apesta. No hay en nosotros ninguna cosa sana, solo heridas, hinchazón y una podrida llaga agusanada; no están curadas ni vendadas las heridas que otros nos han provocado, y menos aún está curado el daño original que nos causó el primer pecado. 


Todos, absolutamente todos los seres humanos estamos afectados por el pecado. No hay ni siquiera uno que delante de Dios pueda decir: “Yo nunca jamás he hecho algo malo.”


En este contexto necesito que veamos lo que Dios dice por medio del apóstol Pablo: 


“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de serpientes muy venenosas hay debajo de sus labios; su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; quebranto y desventura hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos.” (Romanos 3:10-18)


¡Uffff , la verdad que estamos ante un diagnóstico tremendo y muy lamentable! ¿No te parece?


Luego de esto, Pablo agrega que para Dios no hay diferencia, todos los seres humanos tienen el mismo problema: 


“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”

(Romanos 3:23)


En la historia de la humanidad solo hay uno que fue engendrado sin la contaminación del pecado. Solo una persona fue concebida sin la llaga de la que habla Dios por medio de Isaías y te aseguro que no fue la virgen María.


Uno solo nació libre de toda maldad y sin duda no fue San Pedro, ni San Pablo, ni San Juan. Ninguno de estos nació libre del pecado original. 


Solo Jesús, el que nació en un humilde establo de Belén, es el que nos puede salvar, porque Él no fue contaminado con el pecado que afecta a toda la humanidad.


Pero sigamos hablando del diagnóstico de Dios sobre el estado de nuestro corazón: Dios dice que nuestro corazón es perverso y engañoso. 


Esto es lo que afirma el Señor en su Palabra la Biblia, por medio de Jeremías:


“No existe nada que sea tan engañoso y tan perverso como el corazón humano. ¿Quién es capaz de comprenderlo?”

Jeremías 17:9


Luego de esto nadie responde... Solo Dios levanta la mano y contesta: Yo conozco el corazón de los hombres, porque nada ni nadie de mi se esconde.


A la pregunta: ¿Quién es capaz de conocer o comprender el corazón humano? Viene la respuesta firme y segura:


“Yo, el Señor, que investigo el corazón y conozco a fondo los sentimientos; y que doy a cada uno lo que se merece, de acuerdo con sus acciones.”

(Jeremías 17:10)


Si, mi querido Navegante, esto es lo que dice el Capitán que conoce a todos los que recorren el mar de la vida:


Esto es lo que dice Dios:

“El corazón es extremadamente engañoso y perverso. Solo yo puedo ver y conocer lo que ya está grabado en el interior y la realidad es que, todo corazón que siempre me ha ignorado y me ha rechazado, terminará desechado.” 


El diagnóstico es claro. Nuestro corazón es malvado, es tramposo. Es peligroso. Por lo tanto no podemos llevarnos por lo que dicta el corazón. No podemos creer nada de lo que el corazón nos dice, es muy peligroso seguir una corazonada, seguir un impulso. El corazón siempre nos puede confundir o engañar. 


Amigo y amiga que lees la Bitácora en este día: ¿Cómo piensas que has escrito la libreta de tu vida? ¿Cómo piensas que está tu corazón?


No es verdad que tú puedes hacer borrón y cuenta nueva. Tú no puedes corregir el pasado. Las faltas cometidas no se borran con tener una buena conducta.


De nada sirve que te unas a la iglesia y que trates de hacer una buena letra con tus propias fuerzas. Las marcas de los pecados y los errores del pasado siguen en tu corazón grabados. Necesitas entender que humanamente nosotros nada podemos hacer. No podemos comprar nuestra salvación. 


Delante de Dios no hay religión que pueda dar salvación... no hay buenas obras, no vale la buena intención. Te vengo a decir que si no entendemos esto antes de morir luego eternamente vamos a sufrir.


Pero entonces...


¿Cuál es la solución, cuál es la salida, que alternativas nos quedan para poder llegar al cielo?


La única solución está en nacer de nuevo. Sin un nuevo nacimiento es imposible que el ser humano pueda llegar al cielo. Necesitas un corazón nuevo.


Te pido que escuches con mucha  atención lo que a continuación te comparto. Toca aquí 👉 Un episodio de La Perla del Navegante. Nacer de Nuevo


Te aseguro que esta es la verdad y lo debes saber. 


¿Recuerdas lo que proclamó Juan el Bautista cuando a Jesús lo tuvo delante de su vista:


Juan dijo claramente a toda la gente: 


“¡Miren, ese es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!”

(Juan 1:29)


Esto es lo que intento destacar: Jesús vino al mundo como el Cordero de Dios que quita el pecado original.


Aún la virgen María y José, con todos los demás, es decir, Pedro, Jacobo y Andrés... todos necesitaron creer y volver a nacer de una sola vez.


Para terminar te diré que:


En mi vida no he podido escribir nada bien, eso no lo niego, mi antigua libreta tiene muchos tachones y borrones... pero es bueno saber que Cristo la está escribiendo de nuevo, desde cero. Por fe y por gracia he nacido de nuevo y he sido lavado por la Sangre del Cordero.


Él quiere escribir también tu historia. ¿Le darás lugar? Jesús vino para escribir por ti con la mejor letra celestial. Su Sangre es la tinta y tu corazón el papel. Deja que Jesús escriba en tu interior lo que luego Dios en el cielo podrá leer: JUSTIFICADO POR LA FE.


Si el Cordero de Dios ya te ha limpiado, entonces tú corazón ha renovado y estás a salvo. No te aflijas  por el pasado. Ya todo ha sido lavado y perdonado. Tus pecados han sido borrados por la sangre se aquel que murió en el Calvario. No te dejes engañar por lo que diga el corazón. Acepta el diagnóstico de Dios.


Abrazo fuerte.

Gerwuer ⛵️

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