Soy aprendiz de Marinero, sigo fallando y empezando de nuevo.


Soy un aprendiz de Marinero. Sigo fallando y empezando de nuevo. Tan solo por gracia del Capitán yo navego en este Velero que se dirige al cielo.

Gerwuer

Freitag (Viernes)

🌧️🌡️2°⛵️


Aquí estoy, comenzando a recorrer un nuevo tramo por este mar de la vida donde todavía navegamos.


Una vez más me levanto y sigo, aunque por momentos me desanimo, pero dejo de pensar en todo lo que me hace mal y me dispongo para escuchar la voz del Capitán.


Aunque llevo mucho tiempo navegando rumbo al cielo, más de una vez sigo fallando y me sigo equivocando. Mas de una vez debo pedir perdón y empezar de nuevo, renovando el corazón.


Más de una vez abro la boca y digo lo que no conviene. Tengo actitudes que a otros ofenden, lastiman o hieren. Es duro reconocerlo, pero es la pura verdad... sigo fallando y hasta sigo pecando en mi diario navegar.


Cuando hago las cosas mal me siento desanimado y me quiero rendir, quiero dejar de navegar, pero el Capitán me dice algo así:


“Vamos marinero, sigue adelante con la mirada puesta en el cielo. Nunca debes renunciar. No te puedes rendir, no te debes desanimar. Solo en Mí debes confiar, debes permanecer a mi lado y continuar. Si te separas de mi terminarás muy mal.”


Quiero ser muy honesto y sincero, por favor que nadie piense que soy el que mejor navego.

 

Tan solo soy un:

APRENDIZ DE MARINERO.


Hay quienes, por comprobar Su amor, se volvieron sus Poetas y quienes, por escuchar su voz, se volvieron sus Profetas. 


Hay quienes caminaron a su lado. Ellos fueron escogidos y llamados. Tan solo fueron doce los Apóstoles seleccionados, los que el fundamento colocaron y Su Palabra escrita nos dejaron.


Hablemos claro, no hay más apóstoles, no hay más profetas, pero si existen ovejas, pastores, y algunos poetas. 


Yo no soy apóstol, no soy profeta, ni siquiera soy poeta. Para ser muy sincero apenas, tan solo soy un aprendiz de Marinero. 


Él Capitán del cielo me rescato, por su gracia me salvó y a su Velero me subió. Él es quien gobierna, Él es quien tiene el Timón, yo tan solo soy uno más en su tripulación. 


Nunca piensen compañeros que no comento ningún error. Les aseguro que todavía estoy en construcción.


Les hablo con sinceridad, lo digo de todo corazón: Si en algún momento, de algún modo los ofendo, por favor les pido perdón. No lo quiero hacer, pero más de una vez me falla la intención.


En esta mañana vuelvo a leer y recordar lo que escribió el Apóstol Juan en su primera carta:


“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.”

(1 Juan 1:8-10)


Alabado sea el Señor por su gracia, su paciencia y su amor. 


Qué bueno es recordar también que si intentamos ocultar o negar nuestros pecados vamos a terminar mal, pero, si los confesamos, nos liberamos y avanzamos.


Como dijo Salomón, no puede avanzar aquel que tiene pecado escondido en el corazón.

 

“El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.”

(Proverbios 28:13)


Ningún marinero del Capitán puede avanzar seguro y tranquilo si intenta mantener algún pecado escondido.


Salomón hizo también esta afirmación y es algo que debemos recordar todos los marineros en la tripulación:

 

“Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; mas el que endurece su corazón caerá en el mal.

El que en integridad camina será salvo; mas el de perversos caminos caerá en alguno.

(Proverbios 28:14,18)


En conclusión, lo que está diciendo Salomón es que: 


Si hemos pecado, debemos pedir perdón. Si queremos ser dichosos o bienaventurados, debemos tener temor de Dios y no endurecer el corazón y si queremos ser salvos y avanzar seguros, debemos navegar con integridad, siguiendo el único Camino que nos trazó el Capitán.


Quiero agradecerte por leer y por dejar tus comentarios al final.

No olvides invitar a otros para que se unan en este viaje siguiendo al Capitán. Recuerda que ese es nuestro llamado principal.


¡Abrazo fuerte!

Gerwuer ⛵️

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día 100 - Proclamando la Verdad a toda la humanidad.

Día 4 - Pensando en aquel que ha visto partir a un ser querido.

Día 1 - Un nuevo comienzo.

Día 49 - Con amor y sin distracción surge una nueva generación.

Día 105 - Ya está abierto el camino al árbol de la vida.