Poder y Prosperidad Real.


No te confundas, ni te dejes engañar por el poder y la prosperidad que busca la sociedad. Recuerda que todo es pura vanidad. Busca a Dios en primer lugar.

Gerwuer


Freitag (Viernes)

⛅🌡️4°⛵


Me alegro de poder ver un nuevo día y de poder seguir avanzando con la mirada puesta en las cosas de arriba.


Hoy es viernes. La semana llega a su fin. El mes de Febrero también está terminando pero los Marineros seguimos navegando.


Sigo pensando en lo que he venido hablando durante estos últimos días.


He hablado de la verdadera prosperidad y he hablado del gran poder que puede obtener todo aquel que en Dios llega a creer.


Sin duda se puede decir que David fue alguien que experimentó el Poder y la Prosperidad de una manera Real, pero la pregunta que me hago es: ¿Cómo logró David ser tan exitoso, tan famoso, como llegó a ser una persona tan popular?


¿Cómo consiguió David tener Poder y Prosperidad Real?

¿Cuánto tiempo le llevó? 


Por lo general muchos piensan en David como aquel que derrotó al Gigante Goliat. Eso fue algo tremendo y lo hizo muy popular, pero pocos piensan en todo lo que vivió antes de llegar a triunfar.


Si, David prosperó pero veamos algunos pasos que siguió.


Lo primero y principal que quisiera resaltar es algo de lo que estoy convencido: David no busco alcanzar el éxito terrenal sino más bien el éxito celestial.


David nunca buscó el Poder y la Prosperidad que ofrece el mundo. Solo buscó amar a Dios con el amor más profundo.


David se propuso amar al Señor con todas sus fuerzas, es decir con alma, mente y corazón.


En un principio sabemos que David fue un hijo fiel y trabajador. Era el más pequeño en la familia. Sus hermanos lo menospreciaban y se podría decir que por ser el más pequeño se lo dejaba de lado para las grandes decisiones familiares. Aún así el era un hijo servicial y trabajador. Todo lo hacia con esfuerzo y con amor porque tenía un corazón temeroso del Señor.


Aunque otros lo pudieran olvidar, sin embargo Dios nunca lo abandonó. El Señor sabía muy bien lo que había en el corazón de este pequeño niño.


Durante su juventud, con fidelidad se ocupó de cuidar y pastorear las ovejas de su padre en la tierra de Belén.


En aquellos tiempos, aunque nadie lo veía, arriesgó muchas veces su vida. Con palo, con piedras, con la honda en la mano se mostró valiente y esforzado en cuidar las ovejas que le habían encomendado.


A David no le importó enfrentarse al oso o al león. Peleando contra las fieras salvajes, las ovejas de su padre siempre defendió. En todo tiempo el Señor lo ayudó.


David prosperó porque tuvo temor de Dios. Aunque fue ignorado o menospreciado en la tierra, fue escogido por el cielo y a su tiempo fue llamado para ocupar el primer lugar.


Sabemos que David llegó a ser un buen Rey en Israel y tuvo gran Poder. Aunque más de una vez falló y pecados cometió, el Señor lo perdonó cuando se arrepintió.


Hoy viene a mi mente un salmo escrito por David donde se ve su amor por Dios y por su Palabra.


No sé en qué momento de su vida habrá escrito estas palabras, pero me imagino que mucho de lo que dice está relacionado con aquellas noches en el campo cuidando las ovejas y observando las estrellas.


Quiero terminar con esto que escribio David y que en verdad me encanta:


El Salmo 19 

Salmo de David.


Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.


Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.


No hay lenguaje, ni, palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras. 


En ellos puso tabernáculo para el sol; y éste, como esposo que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el camino.


De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el término de ellos; y nada hay que se esconda de su calor.


La ley de Dios es perfecta, que convierte el alma; el testimonio del Señor es fiel, que hace sabio al sencillo.


Los mandamientos de Dios son rectos, que alegran el corazón; el precepto del Señor es puro, que alumbra los ojos.


El temor de Dios es limpio, que permanece para siempre; los juicios del Señor son verdad, todos justos.


Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal.


Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón.


¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame, de los que me son ocultos.


Preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.


Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Señor, roca mía, y redentor mío.

(Salmos 19:1-14)


Querido Navegante, si realmente quieres prosperar, no busques lo terrenal, busca lo celestial.


Si deseas progresar y llegar a lo más alto, debes comenzar desde bien abajo. Recuerda aquel principio que nos enseñó el Capitán: El que se humilla será enaltecido.


Así es como ya está escrito.


“Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.”

(Lucas 14:11)


“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo”

(1 Pedro 5:6)


Abrazo fuerte

Gerwuer ⛵️


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