LA CLAVE DE LA PROSPERIDAD.
“En este planeta no existen atajos para llegar a la meta. Si quieres prosperar y tener éxito real, sin duda te debes esforzar; debes tener valor para continuar, y debes aplicar todo lo que Dios ha señalado que es su voluntad.”
Gerwuer
Dienstag (Martes)
☁️🌡️7°⛵️
Te has preguntado alguna vez:
¿Cómo alcanzar el éxito y la prosperidad en este mar de la vida?
Permíteme que te diga que el Secreto o la Clave principal para triunfar en el mar de la vida está en seguir, día tras día, el gran consejo que vino de arriba.
Si deseas prosperar entonces lee con mucha atención y aplica la Bitácora de hoy:
“Escúchame bien Marinero, me dijo un día el Capitán: En esta vida te debes esforzar y debes tener valor para continuar, porque las pruebas y las tormentas sin duda llegarán y completamente mudo te dejarán.
Tienes que ser fuerte y valiente para avanzar luchando contra la corriente sin mirar atrás... No temas, ni desmayes, porque a tu lado siempre voy a estar pero recuerda bien lo principal:
Solo en mi Palabra debes meditar. De día y de noche mis principios y lecciones debes recordar.
Esto que te digo, mi querido marinero, es fiel y verdadero:
Solo cuando medites en mis Palabras te irá bien en este mar de la vida. Podrás llegar a la meta y cumplir con la misión de proclamar el mensaje de salvación.”
Lo que acabo de escribir está basado en uno de los primeros versos que aprendí cuando comencé a navegar junto al Capitán.
Todavia recuerdo aquel día en que una hermana muy anciana me animó a repetir y memorizar lo que Dios le dijo a Josué hace mucho tiempo atrás:
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
(Josué 1:9)
¿En qué se debía esforzar Josué?
Josué se debía esforzar en ser un hombre fiel. Debía cumplir con toda la voluntad de Dios. Debía hacerse cargo de la tarea que su antecesor había comenzado.
Moisés había terminado su recorrido, pero la tarea estaba sin terminar y Josué fue escogido para seguir con el mismo plan.
El Señor le aseguró a su siervo que lo iba a sostener y que lo iba a prosperar pero él por su parte se debía esforzar, debía ser responsable, debía darle prioridad a la Palabra del Señor y no permitir que nada ni nadie lo haga desviar de la meta final.
Leamos lo que Dios le prometió a Josué y lo que también le ordenó:
“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.“
(Josué 1:5-9)
¡Qué hermoso pasaje!
¡Cuantas veces lo he leído y releído!
Pero es verdad lo que ayer mencioné: De nada sirve leer, saber, conocer y luego no hacer.
¿Has leído la Bitácora anterior?
Ayer comencé a hablar sobre la importancia de meditar en lo que Dios nos habla.
Quiero repetir algo que ayer escribí:
“Es verdad que no hay ningún beneficio con tan solo leer, saber o conocer y luego no hacer.”
“De nada le sirve a ningún Marinero tener tanto conocimiento del Velero si luego no sale del Puerto y pone en práctica todo lo que ha estado aprendiendo.”
Hoy me pongo a pensar que al final Josué logró cumplir con toda la tarea que Dios le encargó, es evidente que día y noche meditó en lo que Dios le habló porque no se desvió.
Pero, si conoces la historia, si has leído lo que sucedió después, recordarás que los sucesores de Josué olvidaron sus consejos y no siguieron su ejemplo.
Los que vinieron después no permanecieron en lo que se les enseñó.
Hoy termino aquí la Bitácora, pero como siempre me hago un par de preguntas:
¿Cuál será mi actitud de aquí en más? ¿Qué haré con todo esto que Dios me ha hablado?
Espero que tu también puedas detenerte para considerar estas cosas.
Abrazo fuerte y hasta la próxima.
Gerwuer ⛵️
Amen amen
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