Cómo llegar a Buen Puerto.


Marinero, si quieres terminar bien, si a Buen Puerto quieres llegar, recuerda que debes navegar siguiendo el Consejo del Buen Capitán.

Gerwuer

Samstag (Sábado)

⛅🌡️9°⛵️


Navegando y navegando, llegamos al día Sábado. Es el tercero en este mes de Febrero.


Hoy todo se encuentra en calma. Aparenta ser un día muy tranquilo pero sé que en el mar de la vida nunca puedo estar desprevenido.


Busco al Capitán desde temprano. Mi corazón necesita encontrar en el Señor las fuerzas para seguir avanzando.


Ayer hablaba de aquellos que rechazan a Dios y buscan ayuda en otra cosa. 


Isaías decía algo así: 

“¡Ay de los que se van a Egipto a buscar ayuda!”


En su lamento también decía algo como esto: 


“¡Ay de los que confían en su armamento, su caballería, su riqueza y su poder y dejan de lado al Dios de Israel.”


Vuelvo a compartir la cita de ayer donde vimos que Isaías se lamentaba diciendo:

¡AY!... ¡AY!... ¡AY!


“¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Dios!

(Isaías 31:1)


Me pregunto en esta mañana:

¿De donde viene mi salvación?

¿Dónde tengo puesta mi esperanza para poder soportar los golpes de las olas gigantes que se levantan amenazantes?


Puedo ver que Isaías está confiando en Dios y se siente muy seguro pero no sabe cómo hacer para que su gente piense igual que Él.


En esta mañana leo el capítulo 30 y puedo ver que el lamento de Isaías viene directamente de parte de Dios:


Es el Señor quien sufre al ver que sus hijos lo rechazan. Isaías solo está repitiendo todo lo que Dios le está diciendo:


“¡Ay de los hijos que se apartan, dice Dios, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto.”

(Isaías 30:1-2)


En otras palabras, Dios el padre se lamenta y dice:


“¡Ay de los hijos rebeldes! 

¡Ay de los hijos perversos!

¡Ay de todos aquellos que no siguen mis palabras, que rechazan mis consejos!

¡Ay de todos esos que van por la vida persiguiendo sus propios planes y sus proyectos!”


Dios le está pidiendo a Isaías que escriba y que advierta del mal que vendrá porque la gente está rechazando su verdad y prefieren seguir en oscuridad.


Mira lo que le dice Dios a Isaías:


“Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala, en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre.”

(Isaías 30:8)


Es duro tener que dar estos mensajes, pero al mismo tiempo es algo necesario. 


En el capítulo 30 versículo 9 Dios mismo le muestra a Isaías que el problema de la gente está en la rebeldía.


“Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron escuchar la ley del Señor”

(Isaías 30:9)


Es tal la dureza de estas personas que se niegan a recibir cualquier tipo de advertencia, cualquier llamado de atención les causa enojo, irritación.


Ellos pretenden que los siervos de Dios cambien el mensaje y que les hablen palabras que sean dulces y agradables. 


Así lo dice Isaías:

“Ellos dicen a los que ven: No vean; y a los profetas les dicen: No nos profeticen lo recto, solo dígan cosas halagadoras, profeticen mentiras; dejen el camino, apártense de la senda, quiten de nuestra presencia al Santo de Israel.”

(Isaías 30:10-11)


¡Oh... qué terrible! 

¡Leo esto y no lo puedo creer! 


Lo que me asombra es ver que esto mismo sigue pasando en la actualidad. Mucha gente se molesta cuando alguien dice la cruda realidad. Cuando alguien se para y señala lo que se está haciendo mal es rechazado por la sociedad.


Cuando alguien quiere mostrar el Camino Verdadero, sin duda será apedreado por los que están andando fuera del sendero.


¿Cuál será el resultado final de todos los que deciden seguir navegando mal?


¿A que puerto arribarán todos los que desprecian el consejo del Capitán?


Sin duda terminarán en el puerto que se llama Destrucción y Perdición.


Ningún Marinero puede terminar bien cuando decide navegar mal.


Nadie puede terminar en el puerto de la Salvación si ha navegado toda su vida rechazando al Señor.


Si alguien se niega a seguir el consejo del Buen Capitán, sin duda terminará muy mal.


Oh Señor guárdame en mi diario navegar. No quiero endurecer mi corazón. No quiero despreciar tus consejos. Ayúdame a permanecer muy atento a tus mandamientos para poder llegar a buen puerto. 

Amén 


Abrazo a todos los navegantes.

Muchas gracias por leer cada día está Bitácora. Gracias a los que la comparten por todas partes y gracias también a los que dejan su saludo, su comentario.


Gracias a todos.

Muchas Bendiciones y a seguir navegando.


Gerwuer ⛵️

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