Mirando al porvenir hoy canto con alegría junto con Isaias.

 


“Sin dudar, hoy puedo proclamar que, aquellos que en un mar de lágrimas se están ahogando, mañana estarán celebrando, luego de haber recibido el consuelo de Jesús en el cielo.”
Gerwuer ⛵️


Mittwoch (Miércoles)

☀️🌡️-7°⛵️


Cada mañana desde temprano procuro encontrarme a solas con el Capitán del Barco porque Él conoce bien el rumbo que debemos seguir y sabe lo que está por venir.


Nuevamente puedo ver el sol brillar en todo su esplendor, pero tristemente no podemos disfrutar de su calor abrazador porque el frío se ha instalado en esta región.


Es una realidad que el frío se ha trasladado al corazón del ser humano. La dureza y la incredulidad afectan a toda la humanidad.

Por causa de la maldad y el pecado son muchos los que no pueden percibir el calor del amor de Dios y no escuchan su voz.


Me doy cuenta con claridad que se esta cumpliendo lo que, desde hace mucho tiempo ya, escrito está:


“Habrá tanto pecado y maldad, que el amor de muchos se enfriará.”

(Mateo 24:14)


Estas son Palabras de Jesús el Mesías. Se encuentran escritas en el Nuevo Testamento y sin duda tienen su cumplimiento.


El Antiguo Testamento también está repleto de profecías que ya se han cumplido. Por ejemplo, siempre me admiro al pensar que fue Isaías quien, 700 años antes, escribió sobre la llegada de aquel niño que sería llamado Emanuel, es decir “Dios con nosotros”. Ese niño nació en Belén, y murió en Jerusalén, pero al tercer día resucitó porque era el Hijo de Dios.


Haciendo referencia al Antiguo Testamento y a las profecías que tienen cumplimiento, me propongo en este día recordar algunas estrofas de Isaías.


Este hombre llamado Isaías, dejó un cántico precioso en el Capítulo 25 de su libro que fue escrito por inspiración Divina.


La primera estrofa dice así:


“Oh SEÑOR, honraré y alabaré tu nombre, porque tú eres mi Dios. 

¡TÚ HACES COSAS MARAVILLOSAS! 

Las planeaste hace mucho tiempo, y ahora las has realizado.”

Isaías 25:1


Isaías mira al pasado y se da cuenta que Dios ha obrado haciendo grandes maravillas. 


El Señor ha cumplido fielmente con todo lo que les había prometido. En verdad los ha sostenido.


Detente ahora por un momento y piensa:

Si Dios sostuvo siempre a Israel, a pesar de ser un pueblo infiel, ¿Puedes creer que Dios a ti no te sostendrá? ¿Puedes pensar que te dejará solo y abandonado porque en más de una ocasión le has fallado?


El Señor escogió a Israel por gracia y lo ayudó en su desgracia. Dios también te ha escogido a ti. Su gran amor ya te ha mostrado enviando a Jesús a morir crucificado.


Isaías en su cántico recuerda como Dios Liberó a su pueblo de la esclavitud en Egipto, los llevó por el desierto, les dió agua, alimento, protección y abrigo.


Isaías alaba al Señor porque sus planes perfectos se han ejecutado. Ninguna de sus palabras ha caído en el olvido. 


¡Qué alivio y seguridad nos da el saber que Dios es fiel y todas sus promesas siempre cumplirá!


Isaías también escribe proféticamente, es decir mirando a lo que está por venir, por fe dice que el Señor:


“Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Dios, el Señor, toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque el Señor lo ha dicho.


Y en aquel día se dirá:

Aquí está, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es el Señor a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.“

(Isaías 25:8-9)


¡Me emocionan estas palabras llenas de fe y esperanza! Sobre todo pensando en los que hoy están llorando.


Sin dudar, hoy puedo proclamar que, aquellos que en un mar de lágrimas se están ahogando, mañana estarán celebrando, luego de haber recibido el consuelo de Jesús en el cielo.


En esta preciosa canción hay dos estrofas que también me animan y me hablan al corazón. Te invito a leerlas prestando mucha atención.


Aquí están las dos estrofas:


“Señor, tú has sido una fortaleza para el pobre, una torre de refugio para el necesitado que se encuentra en angustia. 


Eres refugio en la tempestad y amparo en el calor. Pues los actos opresivos de la gente despiadada son como una tormenta que azota los muros, o como el calor implacable del desierto. 


Sin embargo, tú haces callar el rugido de las naciones extranjeras. Como la sombra de una nube aplacas el incesante calor, tú silencias las canciones vanidosas de la gente despiadada.“

(Isaías 25:4-5)


Isaías dice que Dios ha sido fortaleza para el pobre, fortaleza para el necesitado en su aflicción, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor.


Dios jamás se olvida de aquellos que hoy están en aflicción. Su misericordia y su compasión es para con el pobre pecador que se humilla y le busca pidiendo perdón y salvación.


En mi opinión, nada ni nadie existe que supere al Señor, nuestro Buen Capitán, Jesús el Salvador. 


Deseo que puedas creer en Él y seguirle de verdad sin mirar atrás.


Recibe un gran abrazo a la distancia y mantén en alto tu confianza.


Gerwuer ⛵️


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