Debemos navegar por la vida con la mirada puesta en las cosas de arriba.

Soy navegante, soy pescador, por el mar de la vida voy con ilusión, buscando ganar almas para el Capitán de la embarcación. Su red de gracia y verdad arrojó a un mar que gime y llora en oscuridad.

Gerwuer

Donnerstag (Jueves)

☁️🌡️7°⛵️


Esta es mi vida, no me detengas por favor... tan solo soy un pescador... navegando junto al Buen Capitán yo voy.


Aunque tal vez no lo entiendas y desprecies mi labor, yo seguiré tirando las redes a mi alrededor, porque soy un pescador.


Mi misión es compartir el mensaje del Señor que trae verdadera salvación.


Navegar sin temor, navegar sin dolor, en el mar es lo mejor. Navegar con amor, gozo paz y todo lo demás, ese es el gran deseo de todo marinero que navega rumbo al cielo.


Es verdad que también deseo navegar sin problemas, sin tormentas, sin pérdidas, sin sufrimientos, sin enfermedad, sin sacudidas, eso si me encantaría, pero se que no es la realidad en el mar de esta vida.


¿Cuál es la esperanza entonces? ¿Qué sentido tiene seguir remando? ¿Para qué sufrir tanto?


¿Cómo se puede seguir adelante con alegría cuando sabes que las cosas se pueden complicar más... mucho más con el correr de los días?


¿Cuál es el sentido de la vida en este mar si siempre debo remar y remar sufriendo presión, luchando en soledad, contra la maldad de la oscuridad?


Para mí el sentido está en que, atravesando este mar tan doloroso, puedo llegar a conocer mejor al Dios Todopoderoso y ser de bendición para otros, lo cual es maravilloso.


No debo olvidar que estoy navegando rumbo a la eternidad junto con el Buen Capitán. Por más dura que sea la Tempestad, seguro estoy porque a su lado voy.


Como ya dije, para mí en lo personal, el sentido principal de la vida está en conocer a Dios de verdad y ayudar a otros que están vagando perdidos en la oscuridad. 


Hay muchas cosas que no entiendo, pero en medio del dolor me aferro a la Palabra del Señor. 


Esto lo sé muy bien. Aunque no podamos ver, escuchar, ni sentir, al Señor, debemos creer y recordar que Él está a nuestro favor y conoce nuestra condición.


El Capitán nos ayudará a soportar la situación si le buscamos de corazón. Él mismo está en acción y su obra todavía no terminó. Él siempre sabe lo que es mejor.


Muchas veces pienso en ti, querido compañero de navegación. Pienso en ti querida hermana que también navegas con el Señor... pienso en aquellos que hoy están pasando por gran aflicción a pesar de haber obedecido al llamado del Señor. 


Para ti que formas parte del Velero que navega rumbo al Cielo hoy quiero recordarte una verdad que tal vez puedes estar olvidando en medio del dolor que estás pasando:


Jesús te está cuidando, te está observando, sabe y entiende muy bien todo el sufrimiento que estás pasando y por ti está orando para que tu fe no falte mientras sigues remando.


No te dejes abrumar por esta dura prueba. Recuerda que aunque no lo veas, Él está. Él es aquel que en todo momento te ve. 


La Biblia dice que el Señor está orando, está intercediendo por nosotros. 


Hoy quiero animarte a recordar algunas cosas que te pueden sostener y alentar:


Piensa en Agar, sufriendo en el desierto. Ella pudo entender en ese momento que Dios aún allí la estaba viendo.


Piensa en Daniel metido en el foso de los Leones. El Señor no evitó el tormento de ser lanzado a ese lugar, pero lo guardo y nada sucedió.


Piensa en los tres varones que por su fe terminaron en el horno de fuego. Ellos no sabían lo que sucedería pero aún así confiaron en el Señor y fueron rescatados. 


Es verdad que otros pasaron por grandes tormentos y terminaron su recorrido en esta vida, pero sabemos que se encontraron del otro lado con el Señor y ahora están mucho mejor.


¿Te acuerdas de Esteban? Él fue apedreado, lo asesinaron, pero lo que el pudo ver antes de morir quedó registrado y eso es algo que los cristianos debemos recordar cuando nos damos cuenta que se aproxima nuestra hora final:


Esto nos cuenta Lucas en el Libro de los Hechos de los Apóstoles:


“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: 

“He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.”

(Hechos de los Apóstoles 7:55-56)


Y mientras los malvados incrédulos apedreaban a Esteban, el pudo orar de corazón y decir:


“Señor Jesús, recibe mi espíritu.

Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.”

(Hechos de los Apóstoles 7:59-60)


Querido hermano, querida hermana, aunque el Señor no ha llegado en tu auxilio, aunque todo se este complicando, mantén la confianza y mira hacia el porvenir. La vida aquí terminará pero del otro lado nos encontraremos con el Buen Capitán.


No lo se. Tal vez alguien esté desanimado por la cosas que he compartido, por lo que escribo en la Bitácora de este barco, pero esa no es la intención. 


Mi mayor deseo es que, en medio del dolor y la aflicción, los que navegan perdidos puedan encontrar al Señor y que los que ya están seguros con Jesús, puedan seguir adelante proclamando el mensaje de la Cruz.


Hoy quisiera destacar que en medio de tanta tristeza y dolor es posible volver a encontrar gozo y paz en el Señor, es posible renovar las fuerzas y salir adelante, pero para eso debemos renovar nuestros pensamientos. 


Yo sé muy bien que la realidad es dolorosa, oscura y tenebrosa. 


Solo aquel que está sufriendo, aquel que está enfrentando la peor tormenta de su vida sabe lo difícil que es ver un rayo de esperanza. 


La tormenta que estás pasando puede ser muy dura. Puedes sentir que te estás ahogando, pero te aseguro que si Jesús llega a tu Barca con su voz vuelve la Calma.


Sea cual sea la situación que estés enfrentando te aseguro que hay salida, pero no sigas navegando solo y sin el Señor. Es hora de mirar hacia arriba. Es tiempo de volver a escuchar la voz de Dios.


Si dejas que Jesús sea tu Capitán te aseguro que tendrás esperanza podrás superar esta situación con su ayuda y protección.


Termino estas palabras animando a todo aquel que es cristiano a permanecer con la mirada puesta en las cosas de arriba que es el lugar hacia donde vamos.


Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.

Pongan la mirada en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

Porque ustedes han muerto, y sus  vidas están escondidas con Cristo en Dios.

Cuando Cristo, quien es la vida de ustedes, se haga presente, entonces ustedes también se manifestarán junto con él en gloria.

(Colosenses 3:1-4)


Quiero darte las gracias por leer y compartir la Bitácora. Deseo que la Paz y la Gracia del Señor nuestro Dios te sostenga en medio de la tormenta.


Abrazo fuerte

Gerwuer ⛵️


Comentarios

  1. Igualmente para cada uno que lee. Que la paz de Dios que eso le pasa todo entendimiento otra

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