Cómo puedes navegar mejor en el mar de la vida.


Para navegar mejor debes ir en la misma dirección que el Capitán de la embarcación y debes tener un mismo sentir y una misma visión con el resto de la tripulación. Todo comienza con un cambio en el corazón.

Montag (Lunes)

🌧️🌡️8°⛵️


Comienza una nueva semana. 

Hoy me he levantado temprano porque necesito estar a solas con el Capitán antes de salir a trabajar.


Estando en mi habitación puedo escuchar la lluvia que golpea contra la ventana... es verdad que en estos casos el cuerpo me dice: “¡Quédate en la cama!” Pero al mismo tiempo el Espíritu me reclama: “Vamos, sal de la cama... te debes levantar para estar a solas con el Capitán”


Así que, me niego a mi mismo y me levanto. Es que en verdad necesito estar a solas con el Capitán del Barco porque de lo contrario se me hace mucho más difícil seguir navegando.


Los vientos están soplando con fuerza en nuestra contra como intentando que no sigamos avanzando. 


La oscuridad nos rodea, todo a nuestro alrededor se sacude por la intensidad de la marea.


Todo navegante experimentado en el mar de la vida sabe que siempre hay sacudidas. No todo es fiesta en el velero, no todo es calma y serenidad. Muchas veces se desata la más dura tempestad. 


Si estás pensando en obedecer el llamado del Capitán y cruzar al otro lado del mar, esto es algo que debes saber antes de embarcar... Las tormentas van a llegar. 


Seguir al Señor y hacer su voluntad no te librará de la prueba y la adversidad, pero lo importante es saber que Él a tu lado siempre estará y a buen puerto te llevará. Con Jesús siempre seguro y a salvo navegarás.


Pero si decides rechazar el llamado, si prefieres ignorar a Dios y te inclinas por otro sendero, si quieres seguir tu propia voluntad, te advierto que las tormentas a tu vida también llegarán. La diferencia es que estarás solo y desprotegido. No tendrás refugio, no tendrás abrigo.


Hoy es lunes, los días en este año siguen llegando y se van muy rápido.


Me digo a mi mismo:


Querido Navegante no te puedes quedar en el lugar donde hoy estás. El tiempo no se detiene, esto muy bien lo sabes y es una gran verdad, el pasado debes dejarlo en su lugar porque de lo contrario te retendrá y mucho te costará avanzar. Lo debes soltar y debes continuar. 


Oh si ... lo sé muy bien... la vida sigue adelante y debo aprender a levantarme una vez más. Debo seguir. No me debo desanimar. 


Ayer fue un día hermoso, un día especial. Pude estar con toda la tripulación cantando y escuchando el mensaje de nuestro Capitán.


Un querido marinero, un Navegante que también es misionero, nos invitó a considerar la Carta de Pablo a los Filipenses. 


Escuchando el sermón pude tomar notas y estar atento a la voz del Señor. Dios usa a las personas con los dones que él mismo les ha entregado y nos habla por medio de diferentes hermanos. 


En la Bitácora de hoy no puedo relatar todo lo que el Señor me habló ayer pero quisiera compartir algunos versículos de la carta de Pablo a los Filipenses.


Al comenzar Pablo se presenta y saluda de esta manera muy particular:


“Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”

(Filipenses 1:1-2)


Pablo y Timoteo, dos hombres al servicio del Señor saludan a toda la tripulación, saludan a los santos, deseándoles todo lo mejor, es decir La Gracia y la Paz que viene solo de Dios y de Jesús el Señor.


Una cosa llamó mi atención ayer y es ver que Pablo y Timoteo tenían un mismo deseo, un mismo corazón, un mismo sentir, una misma pasión. Luchaban por ganar almas para el Señor, deseaban ser instrumentos de bendición.


Pero la carta me deja ver que en la tripulación había un par de personas que no se llevaban bien. No pensaban igual, no sentían lo mismo y esto es algo que siempre trae problemas en cualquier sitio.


Pablo escribe y dice:

“Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.”

(Filipenses 4:2)


Llegar a sentir lo mismo no es fácil. Debemos luchar con nuestro egoísmo.


No sabemos que problema tenían estas dos mujeres pero queda claro que necesitaban hacer un cambio, un ajuste. Creo que debían enfocar la mirada hacia un mismo objetivo y unirse para cumplir la misión principal. 


Pablo y Timoteo podían servir juntos al Señor porque los dos sentían lo mismo y buscaban lo mismo.


En lo personal el mensaje de ayer me llevó a pensar que Dios quiere que llegue a sentir lo mismo que Él siente por los que se pierden.


Sin duda Dios desea que todos  lleguemos a buscar lo mismo que Él está buscando. Él quiere que amemos a los demás como Él nos ha amado.


Termino con este pensamiento:


Cuando hay unidad y amor se puede navegar mucho mejor. 

Cuando todos en la tripulación tenemos el mismo corazón, la misma pasión y la misma visión del Capitán de la embarcación, sin duda podemos cumplir con la Misión de rescatar a los que van rumbo a la perdición.


Abrazo grande y a seguir adelante.


Gerwuer ⛵️


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