Abrazo y consuelo para todos los que hoy están en duelo. Pensando en la familia de Nahiara Ledesma

En medio de tanto dolor solo puedo decir lo mismo que dijo Job: Bendito sea el nombre del Señor.

Gerwuer

Dienstag (Martes)

☁️🌡️7°⛵️

Me levanto una vez más dispuesto a renovar mi mente. Necesito seguir adelante a pesar de las dificultades.

Desde temprano busco al Capitán del Barco. Decido llevar mis pensamientos hacia arriba y meditar en lo que dice La Biblia.

Ya lo he mencionado varias veces pero nunca está de más recordar que:

Nadie puede navegar bien en este mar de la vida si se mantiene lejos del Creador, aquel que tiene todo bajo control. 

Muchas veces pienso que hay gente que vive como si estuviera en un crucero del placer. Todo es comer y beber. Todo es jugar, ganar, bailar, celebrar. Están cegados por las luces de este mundo. Están enfocados en lo material y se olvidan que el viaje muy pronto llega a su final.

Cuando todo en la vida es prosperidad, fiesta, felicidad, cuando todo es dinero, y bienestar nos podemos olvidar de esta realidad:

Solo estamos de paso en este mar y el viaje pronto se termina. Llegará el momento de rendir cuentas al que muy bien nos conoce y el corazón nos mira.

Hoy no puedo evitar pensar en la realidad de lo que estamos viviendo en el mundo actual. Guerras, terremotos, huracanes, enfermedades y todo tipo de dificultades.

Qué dura se vuelve la navegación cuando alguna situación nos destroza el corazón.

Hoy es 23 de Enero de 2024.

El primer mes de este año está llegando a su fin y realmente estoy asombrado por todas las cosas dolorosas que en tan pocos días han pasado.

No es mi deseo que la Bitácora que escribo sea deprimente. No pretendo hablar de tormentas constantemente, pero según parece el mes de Enero lo merece.

Hay muchos navegantes en diferentes partes que están siendo sacudidos por las tormentas que han venido.

No puedo ignorar que muchas casas, muchos hogares, están sufriendo vendavales. 

Algunas familias están fundamentadas sobre La Roca pero otras han edificado sus casas sobre La Arena y todos sabemos lo que pasa cuando la tempestad arrasa.

Es verdad lo que digo. Enero está siendo un mes de gran dolor, llanto y sufrimiento.

Hoy en particular quiero acompañar en las lágrimas y en oración a todos los que están llorando con profunda tristeza por el vacío que la vida les deja. 

Pienso en la familia del “Chueco” Pablo Ledesma, un conocido y querido jugador del fútbol argentino.

Ayer me enteré que el domingo falleció Nahiara Ledesma, la hija menor del ex jugador. 

La pequeña no ha podido superar la batalla contra el Cáncer, esa dolorosa enfermedad que muchos no se atreven a mencionar.

Mucha gente en Santiago del Estero hoy está con el corazón muy afligido porque tienen que decir adiós a una jovencita que en esta vida terminó su recorrido.

Pensando en el dolor que nos produce esta vida quisiera dejar unas palabras escritas por C. S. Lewis el autor de las Crónicas de Narnia.

“No creo que Dios quiera exactamente que seamos felices, quiere que seamos capaces de amar y de ser amados, quiere que maduremos, y yo sugiero que precisamente porque Dios nos ama nos concedió el don de sufrir; o por decirlo de otro modo: el dolor es el megáfono que Dios utiliza para despertar a un mundo de sordos; porque somos como bloques de piedra, a partir de los cuales el escultor poco a poco va formando la figura de un hombre, los golpes de su cincel que tanto daño nos hacen también nos hacen más perfectos.“

Clive Staples Lewis

(1898-1963) 

Querido Navegante que hoy lees La Bitácora, si eres como yo, probablemente necesitas volver a leer la frase anterior, detenidamente.

Lewis está expresando con claridad algo que necesita entender toda la humanidad y es que:

“El dolor que sufrimos aquí en la tierra nos lleva a poner la mirada en el cielo. Nos acerca más al Dios Creador del Universo.”  

Gerwuer

Aveces parece que Dios nos susurra con amor en los momentos de placer y satisfacción, nos habla al corazón por medio de la conciencia, pero nos sacude y nos parte el corazón en dos por medio del dolor.

Por favor, que esto se entienda bien, no es Dios el que está provocando el dolor. No es Dios la razón de tanto sufrimiento y tormento. Las cosas dolorosas suceden en esta vida terrenal. 

Las tormentas, una y otra vez, llegarán con distinta intensidad. Pero en el dolor es verdad que muchos buscan refugio en Dios y al final tanto sufrimiento puede ser una bendición si nos permite conocer a Jesús como Salvador.

Quiero terminar esta reflexión con las palabras de Job, aquel hombre que tanto sufrió sin entender el motivo, sin entender la razón.

Este hombre, luego de recibir la noticia mas dolorosa, luego de perder sus bienes más preciados, es decir sus hijos tan amados, en lugar de quejarse y maldecir, decidió postrarse, adorar y decir: “En medio del dolor bendito sea el nombre del Señor.”

“Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. El Señor dio, y el Señor quitó; bendito sea el nombre del Señor. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.“

(Job 1:20-22)

Oh Señor, bendito seas tú en medio del dolor que siento en estos momentos. Quiero postrarme y adorarte aún en medio de mi propio sufrimiento. Te ruego por el consuelo que tanto necesitamos durante este gran tormento.

Amén 

Abrazo y consuelo para los que lloran en estos momentos.

Gerwuer ⛵️