Esperar en Dios
Recordatorio:
”Esperen en Él en todo tiempo, oh pueblos; derramen delante de Él su corazón; Dios es nuestro, refugio.”
(Salmo 62:8)
Un día nuevo en un mes nuevo de un año al que también le llamamos nuevo.
Yo no soy nuevo, pero estando a solas con Dios me renuevo.
El Capitán me dice halgo en esta mañana y no es un mensaje nuevo, me dice que tan solo confíe y espere... Esto es algo que ya me ha dicho un millón de veces pero por alguna extraña razón es algo que me cuesta aplicar.
No se si a ti te pasa igual.
¿Te cuesta confiar y esperar?
¿Te cuesta creer que Dios se va a encargar de cumplir sus promesas?
¿Te cuesta dejar en sus manos ese asunto que inquieta tu alma?
Vuelvo leer detenidamente lo que David dice en este Salmo:
”Esperen en Él en todo tiempo, oh pueblos; derramen delante de Él su corazón; Dios es nuestro, refugio.”
(Salmo 62:8)
Hay algunas palabras en las que me detengo a reflexionar:
1 - Esperar
2 - Derramar
3 - Corazón
4 - Dios
5 - Refugio
Dedico un momento a examinar todo el Salmo 62 (te sugiero que hagas lo mismo).
Mientras leo, veo que David está recomendándonos a todos que nos atrevamos a esperar en Dios.
"Oh, habitantes de todos los pueblos, esperen en Dios"
Al comienzo del Salmo dice:
"En Dios solamente está acallada mi alma; de Él viene mi salvación" (Salmo 62:1)
¿Puedo decir lo mismo?
¿Tengo esta misma convicción?
¿Puedo decir que mi alma solo está en silencio esperando en Dios; sabiendo que mi salvación viene de Él?
¿Es Dios mi roca, mi refugio, mi salvación?
Querido navegante que me acompañas en la reflexión de este día, no se si tú mirada está puesta en el Señor, no se si tú corazón descansa en Dios.
¡Cuántos hay que ponen la confianza en la ayuda humana!
¡Cuántos hay que buscan la ayuda de un hechicero!
¡Cuántos hay que acuden a famosos curanderos!
Otros confían en sus propias fuerzas, confían en su capacidad para superar cualquier dificultad.
También están los que confían en su riqueza material y creen que el dinero les da seguridad.
Necesitamos someter nuestros pensamientos y nuestra alma a la Palabra de Dios.
Tenemos que aprender a esperar en el Señor, de lo contrario terminaremos derrotados y avergonzados.
Frente a ese gigante que se levanta para atemorizarte... ¡Espera en Dios!
Frente a una persona que te traiciona... ¡Espera en Dios!
Frente al diagnóstico de una enfermedad terminal... ¡Espera en Dios!
Frente a cualquier situación amenazante que se levanta para angustiarte... ¡Espera en Dios!
Pero ten en cuenta que:
Esperar en Dios no es quedarse postrado o en una silla sentado.
Esperar en Dios implica actuar en base a lo que Él ya nos ha mostrado que es de su agrado.
Cuando David tuvo que enfrentar a Goliat se le presentó la posibilidad de poner su confianza en el escudo y la lanza. Podría haber usado las armas humanas, pero decidió enfrentar al Gigante poniendo su esperanza en aquel que era más grande.
David confió solo en aquel que ya lo había salvado tantas veces en el pasado.
David esperó en Dios, pero aún así tuvo que ir hasta el arroyo y buscar las piedras. Tuvo que armarse de coraje y salir adelante.
Recuerda esta verdad:
Esperamos en Dios cuando actuamos según lo que Él en su Palabra nos ha ordenado.
Quién espera en Dios rechaza cualquier propuesta que sea contraria a la voluntad del Señor.
¿Esperas o Desesperas? 🤔
En medio de tu situación actual, ¿puedes afirmar que estás esperando en Dios o estás desesperando?
Los relatos históricos de la Biblia nos dejan ver que terminaron muy mal aquellos que no se atrevieron a creer en Dios y esperar.
Pienso en Eva, quien sabía muy bien lo que Dios quería, pero no quiso confiar, no quiso esperar y se dejó llevar por la seducción de lo que estaba mal. Ya sabemos cómo terminó y todo porque no esperó.
Pienso también en Saúl, aquel primer Rey de Israel.
A Saúl le habían declarado la guerra. El podía ver que los enemigos ya se acercaban, pero al mismo tiempo sus soldados despertaban.
Saúl sabía que debía confiar y esperar tan solo siete días hasta que llegara Samuel... pero no pudo soportar ver que su gente lo abandonaba.
De estos dos ejemplos vemos que:
Eva no pudo esperar, no pudo confiar en la Palabra de Dios y se dejó llevar por lo que le decía el corazón.
Saúl, por su parte tampoco pudo esperar y actuó movido por el temor que inundaba su corazón.
Querido amigo, querido navegante, no te olvides lo que dice Dios por medio de Jeremías:
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9)
Si, es verdad que nuestro corazón es engañoso y quién se deja llevar por los impulsos del corazón termina perdiendo la razón.
Lo digo una vez más:
Quién se deja llevar por los deseos del corazón termina perdiendo la razón, termina ofendiendo al Señor.
Como ya he dicho:
Esperar en Dios es aceptar su Palabra, dejando de lado todo lo que sea contrario a lo que Dios ya nos ha ordenado.
¿Estas confiando y esperando?
Alma mía espera en Dios.
Si, espera en Dios en cualquier situación y derrama ante Él
todo tu corazón.
Solo Dios es tu refugio seguro.
Solo Dios te ofrece salvación.
Por eso, alma mía,
espera solo en Dios.
Para terminar te quiero dejar una preciosa canción de Marcos Vidal que habla sobre los beneficios de esperar.
Por favor abre mi Baúl de tesoros y escucha la canción tocando aquí 👉 Los que esperan en Dios.
Nota:
Gracias por leer la Bitácora de hoy. Recuerda que puedes escuchar o compartir mi Podcast tocando aquí: 👉 La Perla del Navegante.
Puedes también visitar el blog entrando aquí 👉 La Perla del Navegante
Comparte la Bitácora con otros que navegan por este mar de la vida y sigamos juntos al Buen Capitán día tras día.
Aquí me despido.
Hasta la próxima, si Dios lo permite.
Gerwuer⛵️
Confiando en el señor 🙏
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