Cuida tu mente del medio ambiente.
Un día más en este recorrido por el mar de la vida.
Sigo remando, sigo avanzando, mientras voy renovando mi manera de pensar. Sigo buscando el precioso consejo que viene del buen Capitán.
Entiendo que me muevo en un mundo que está lejos de Dios y que va camino a la destrucción.
Día tras día voy navegando en otra dirección pero la corriente me quiere arrastrar para que siga la manera de pensar de los demás.
Debo tener mucho cuidado con el medio ambiente porque está siendo contaminado por la maldad que introdujo el pecado.
Se le dice "medio ambiente" al sistema que nos rodea y que está formado por elementos que son naturales y elementos artificiales.
Lo que no puedo ignorar es que, estos elementos del medio ambiente, son moldeados constantemente, por el mismo ser humano que vive en pecado y esto condiciona la vida de la sociedad.
Necesito aplicar las palabras que escribí al comenzar:
"Alégrense en la esperanza. Muestren paciencia en la aflicción, y perseveren en la oración, porque esta es la voluntad del Señor"
La manera de pensar que tiene Dios es contraria al medio ambiente, es decir la sociedad o el mundo que me rodea.
La situación mundial no mejora y a toda hora me bombardean las malas noticias de lo que ocurre en una u otra zona.
Por todos lados me llegan historias, relatos, o comentarios de la gente con mensajes que son tristes, negativos, y hasta deprimentes.
Frente a esta realidad me detengo a pensar lo siguiente:
Es mortífera la combinación de redes sociales y malas noticias.
Esto espera Dios de todos los que formamos parte de su pueblo: Que estemos siempre contentos. Que oremos en todo momento y que seamos agradecidos en todo tiempo.
Pero, me pregunto:
¿Cómo lo podremos lograr si solo llenamos nuestra mente con noticias deprimentes?
Así lo dice Pablo y es un mandato que debemos aplicar:
"Esten siempre gozosos.
Oren sin cesar.
Den gracias por todo, porque esta es la voluntad de Dios para con ustedes en Cristo Jesús."
1 Tesalonicenses 5:16-18
Esto, seguramente, ya lo sabemos de memoria pero, por alguna razón, no siempre lo obedecemos.
Más bien creo que, muchos de los que nos llamamos "Cristianos", hacemos todo lo contrario a lo que dice Pablo.
No se cuántos se atreverían a admitir que muchas veces se sienten disgustados, enfadados, tristes o amargados.
¿Cuántos podrían afirmar que ya no oran por nada, sino más bien se quejan por todo?
Gran parte del problema se encuentra en lo que consumimos a diario.
Así como abunda la "comida chatarra" también abunda la "noticia chatarra" y en ambos casos el consumo es perjudicial, es nocivo, aunque al paladar o a la mente le resulte algo muy atractivo.
Es tremendo el daño que hacen las malas noticias y son muchos los que las consumen y las comparten por todas partes.
Pienso que debemos esforzarnos por conocer y compartir la verdad.
Queridos navegantes, queridos amigos y hermanos:
Seamos portadores de la Buena Noticia a esta sociedad que está sumergida en la malicia.
Desechemos todo lo que el mundo nos ofrece y permitamos que la Palabra del Señor nos transforme y renueve.
Hasta la próxima
Gerwuer ⛵️
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