Día 128 - Cuando la fiesta aquí se termina.

Domingo ☀️🌡️5°
Hoy es 08 de Mayo de 2022

La Bitácora 📝⛵
¡Gloria a Dios!
Qué hermoso es ver que hoy el sol también madrugó. Se despertó para brillar y glorificar al Creador.

Como dije ayer, todo a nuestro alrededor nos habla de Dios. Su luz nos muestra su amor. El problema es que muchos no lo ven porque andan en plena oscuridad. La noche es su mayor felicidad. 

Quiero advertir que: "La gran fiesta de la noche" pronto se terminará, y el Lucero de la mañana regresará. Ese día, para algunos, será una gran alegría, pero muchos, llorarán.

Aquellos que ahora en la noche festejan, en aquella mañana se lamentarán, porque en la vida perdieron el tiempo, sin atender a la voz del Maestro.

Como dije antes, hoy el sol se despertó. Las nubes ya no están es un día nuevo y los Navegantes del Capitán nos reuniremos para adorar, agradecer y escuchar la verdad.

Mi alma se regocija en Dios y en su Palabra que siempre al corazón nos habla.

Este es un día para dejar de lado otras cosas que nos mantienen ocupados. Es un día para reunirnos con todos los que por gracia ya han sido rescatados.

Comienzo con la lectura de un Salmo en el Libro tan amado:

Salmo 105:1-5
"Alaben al Señor, invoquen su nombre; y den a conocer sus obras en todas las naciones.

Canten, canten salmos; hablen de todas sus maravillas.

Gloríense en su santo nombre; celebren y que se alegre el corazón de los que buscan al Señor.

Busquen a Dios y su poder; busquen siempre su rostro.

Hagan memoria de las maravillas que él ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca"

¡Oh qué precioso!
¡Cuánto me anima el hacer memoria de las cosas que Dios ha hecho a mi favor aún sin merecer su amor!

David es el autor de este Salmo, pero recordemos que todo lo escrito viene directamente del verbo divino. Son palabras inspiradas. Son Palabras Sagradas, por más que las escriba un hombre que muchas veces falló en la vida. 

Sabemos que David, en sus comienzos, mató al Gigante porque tenía la fe puesta en alguien que era mucho grande, pero al pasar el tiempo David, en un momento, se confió y se quedó en sus aposentos. 

Hubo un día en que David no salió a pelear las batallas como lo hacía en el primer tiempo. No se puso toda la armadura y pecó arruinando su testimonio, dejando una mala imagen que para muchos hoy perdura.

Lo mismo me pasa a mi cada vez que soy un cabeza dura y no me pongo toda la armadura. 

Si dejo de leer la Palabra, si dejo de velar, dejo de orar, y dejo de confiar... (ya sabemos lo que viene al final). 

Es normal o natural, si dejo de lado a Dios todo terminará muy mal. Lo puedo afirmar sin dudar: al final el fracaso nos hará llorar.

Pero entonces, si David tanto pecó y se apartó de Dios ¿Cómo puede ser un hombre conforme al corazón de Dios?. ¿Cómo puede ser un instrumento para escribir tantas alabanzas?

La respuesta es que David fue alcanzado por la gracia. Él se arrepintió, lloró y se volvió a Dios.

Me encanta lo que escribió al final de sus días, él pudo reconocer que todo lo que en sus salmos escribió no fue por su propia sabiduría sino por inspiración de Dios.

Presta atención a lo que dice y verás que, desde ese tiempo, por el Espíritu de Dios, David ya estaba anunciando que un día llegaría Jesús el Salvador:

2 Samuel 23:2-5
"El Espíritu del Señor ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua.

El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de Israel: 

"Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios.

Será como la luz de la mañana, como el resplandor del sol en una mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra.

No es así mi casa para con Dios; sin embargo, él ha hecho conmigo pacto perpetuo, ordenado, en todas las cosas, y será guardado, aunque todavía no haga él florecer toda mi salvación y mi deseo."

David reconoce que él no es justo, y su casa, o su familia, tampoco lo son, pero aún así, por Gracia, Dios lo usó y de su descendencia llegó Jesús nuestro redentor.

Termino pensando en esto:
En la vida podemos fallar, fracasar, apartarnos de Dios y hacer todo mal pero si regresamos, si nos humillados, si pedimos perdón y confesamos la maldad de nuestro corazón, Dios trae su gracia, su perdón su alivio, su restauración.

Lo mejor de todo es que Dios se digna en usarnos para hablar a otros y dar testimonio como ahora lo estoy haciendo yo.

Todo lo que aquí pueda compartir no viene por mi humana sabiduría sino que es por la Gracia de Dios. 

Que siempre sea Él quien reciba toda la Gloria y el honor porque, sin Él, yo nada soy.

Recuerda que hoy puedes abrir la ventana y dejar que entre el Sol.

Deja la noche, deja la oscuridad y vuelve a caminar con Jesús hasta la Eternidad.

Te saludo esperando que un día nos volvamos a ver, si no es aquí que sea cuando estemos con Él 

Gerwuer ⛵
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2 Crónicas 23 al 25

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