Día 113 - Comenzar de nuevo es muy bueno.

Sábado ☀️🌡️8°
Hoy es 23 de Abril de 2022

Llegamos al último día de la semana. Estoy sentado frente a mi ventana y esto, para mi, siempre es una delicia. Puedo oír que las aves cantan y ver que el sol nuevamente brilla.

Todavía es temprano. Algunos navegantes duermen. Me pongo a pensar en lo que decía David en uno de sus salmos:

Salmos 4:8
"En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado."

¡Qué hermoso es poder descansar tranquilo y en paz sabiendo que el Capitán nos cuida en todo momento y en todo lugar!

Abro el gran Libro y sigo leyendo sobre Noé y su familia:

Génesis 9:5-7
"Porque verdaderamente yo demandaré la sangre de sus vidas; de mano de todo animal y de mano del hombre la voy a demandar, de mano del varón su hermano demandaré la vida de otro ser humano.

El que derrame sangre de una persona, por otra persona su sangre será derramada; porque todo ser humano ha sido creado a imagen de Dios. 

En cuanto a ustedes, sean fructíferos y multiplíquense; tengan muchos hijos y llenen la tierra."

Dios mismo le habla a Noé y le da claras instrucciones que todos  deben seguir en la nueva tierra donde ahora van a vivir. Todo ha cambiado para esta familia y hay nuevas reglas para cumplir.

Luego de leer estas palabras se me ocurre hacer un repaso de algunas cosas que hasta ahora he visto porque no me quiero olvidar como es que llegaron a este nuevo lugar.

Antes de construir el Arca, Noé vivía en medio de una generación maligna y perversa. (Génesis 6:5)

Dios miraba al ser humano y veía solo maldad. Todos tenían un corazón entregado al pecado. Tal vez se cometían asesinatos y nadie hacía nada. Cada uno vivía como tenía ganas, por eso Dios dijo basta. 

Tengamos en cuenta que Noé viene de la descendencia de Set, aquel hijo que tuvo Adán tiempo después de la muerte de Abel. 

Usando de la imaginación me pongo a pensar que más de una vez en las reuniones de familia se habrán relatado las experiencias del pasado. 

Tal vez el abuelo de Noé le contaba como en el principio Adán fracasó desobedeciendo a Dios o tal vez le habló de lo que hizo Caín, para que su nieto no siguiera dando los mismos pasos de una vida tan ruin.

No se como sucedió, pero por alguna razón Noé decidió caminar con Dios y esto es lo que la gran diferencia marcó. Poco a poco desarrolló una amistad con el Creador.

Aquí hay algo para destacar y recordar: Los seres humanos no estamos obligados a seguir el mal camino de nuestros antepasados. Podemos aprender de sus errores en este mundo y no seguir por el mismo rumbo.

Tal vez, como le pasaba a Noé, nosotros también tenemos familiares perversos que han vivido en pecado y han ignorado a Dios, pero no por eso estamos obligados a seguir el mismo camino que ellos.

Es evidente que Noé conocía la historia de su pariente Enoc y creo que por eso decidió caminar con Dios. No sé en qué momento pasó, pero lo hermoso es ver que al final su vida entera cambió. Poco a poco, paso a paso, se fue alejando del mal camino de sus vecinos.

Probablemente al principio le costó mucho cambiar el rumbo y tomar una nueva dirección pero valió la pena.

Observo además que su decisión afectó a su familia. Su esposa, sus hijos sus nueras, todos fueron influenciados por la conducta y la fe de Noé. Por lo menos eso es lo que puedo ver.

Recuerdo aquel día en que tomé la misma decisión de caminar con el Señor. Mi vida entera cambió. No sé donde estaría hoy si no fuera por el Señor. ¡Qué sería de mi, si no fuera porque su gracia me alcanzó!

Volviendo a Noé y siguiendo con este repaso de su historia me doy cuenta que Dios hablaba con él y le decía lo que pensaba hacer. 

Génesis 6:12 dice que Dios miró la corrupción de la humanidad y le dijo a Noé que construyera el Arca. 

Génesis 6:22 dice que Noé hizo según lo que Dios le mandó.

Varias veces en el relato encuentro a Dios hablando con Noé y diciéndole lo que debe hacer. Cuando subir, cuando bajar, y en cada momento este hombre obedece a las indicaciones.

Esto es un ejemplo para nosotros. Dios nos habla por medio de la Biblia. En ella nos da muchas instrucciones y si cada día la leemos y la obedecemos, al final otros dirán que nosotros también hemos caminado con Dios.

Lo último que leímos en esta semana fue que Noé bajó del Arca y adoró. Construyó el altar y recibió instrucciones que lo llevaron a cambiar su manera de pensar.

Tal vez, luego tuvo una reunión familiar y se ocupó de informar todo lo que Dios le habló en la intimidad.

Me lo imagino hablando a todos y diciendo desde el frente:

"Por favor, presten mucha atención, esto nos dice el Señor. Aquí están las nuevas instrucciones que debemos seguir:

Ahora se puede comer la carne de cualquier animal y eso no está nada mal. Los vegetales también forman parte de nuestra alimentación. Todo está a nuestra disposición. Dios nos ha dejado su abundante provisión y debemos verlo como una gran bendición.

En esta nueva tierra nos tenemos que multiplicar. Esto es muy importante y lo debemos aplicar. Comenzamos de nuevo y debemos formar un buen hogar. Una buena sociedad. Tener muchos hijos es fundamental y enseñarles a caminar con Dios es nuestra tarea principal.

Pero hay otro mandato a recordar. Somos responsables de la vida de los demás. Mucho cuidado con derramar la sangre de un ser humano.

Dios nos pedirá cuentas si una vida humana se pierde por nuestra culpa. Si la sangre de un ser humano se derrama por nuestras propias manos lo pagaremos caro"

Noé tuvo que enseñar a su familia lo mismo que el Señor le habló: Todos los hombres son creados a imagen de Dios y la sangre que llevamos dentro es la misma vida que él nos dio. Por eso quien derrama sangre inocente ofende al Creador de toda la gente.

Quién derrama sangre, derrama vida y tendrá que dar cuentas ante Dios por esa sangre que derramó.

Al terminar con estas palabras no puedo dejar de pensar en la Guerra y todo lo que pasa en el día de hoy. ¡Cuántas vidas derramadas sin compasión! 

Pero sé que Dios siempre se acuerda de los inocentes que han perdido la vida. A su tiempo les hará justicia y se encargará de toda esta gente malvada. Él no se olvida de nada.

Mientras tanto, aquel que pueda, que siga poblando la tierra. 

Como le dijo Dios a Noé, seamos fructíferos y tengamos muchos hijos. Los creyentes debemos aumentar la población con personas que aman a Dios y siguen al Salvador.

No seamos de aquellos que en la actualidad prefieren no tener hijos, porque buscan alcanzar su bienestar, su propia comodidad y un elevado nivel en medio de la sociedad.

Tal vez no podemos tener mas hijos pero si podemos tener nuevos hermanos. Prediquemos el evangelio para que otros sean salvos.

Una sola pregunta quiero dejar para terminar. Ya vimos que Noé dio un paso diferente a la gente de su entorno.

Dime... ¿Por qué camino vas? Sigues a la sociedad o sigues a Dios de verdad?

Se puede comenzar de nuevo con Dios y como ya sabemos eso es algo muy bueno.

Hasta la próxima
Gerwuer

Lectura Anual 📖
2 Reyes 23 al 25

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