Día 22- El Enemigo nos observa pero el Capitán siempre nos ve.

Sábado ☁️🌡️ 6°

Bitácora 📝
Hoy es Sábado 22 de Enero de 2022

La mañana ha comenzado.
¡Qué rápido pasan las horas!.
El tiempo no se detiene, si no me levanto temprano las tareas vienen y pierdo la oportunidad de encontrarme con el Capitán.
Luego con toda la actividad se hace difícil estar a solas y escuchar sus consejos.

Seguimos nuestro recorrido en este nuevo año.
Hemos estado navegando tan solo durante las primeras tres semanas.

Mañana es Domingo y los que estamos en la tripulación del Capitán buscamos reunirnos. Es un tiempo muy especial.

En todas partes los navegantes se reúnen para adorar al Señor, el Salvador, aquel que su vida entregó por amor. Él es quien nos rescató cuando nuestra pequeña barca naufragó.

Hoy tengo la oportunidad de brindar servicio voluntario y ayudar a otros navegantes con un trabajo importante. Siempre es bueno servir a los demás cuando tenemos la posibilidad.

El Capitán nos ha enseñado que siempre debemos estar listos para ayudar a quien lo necesite.

Ayer preparé unas imágenes con las tres palabras que quiero recordar día a día. La verdad que muchas veces lo olvido y ando desprevenido.

¡Camina con cuidado!

Hoy también debo tener esto presente y estar bien atento.
El motivo principal es que estoy rodeado de enemigos que me quieren ver fracasar.
No los puedo ver porque andan en la oscuridad. Son muy astutos y no duermen.

El Capitán ya me ha dicho que son como un León rugiente. Van detrás del creyente buscando a quien devorar. (1 Pedro 5:8)

Ellos desde hace tiempo buscan mi caída, buscan que yo me desvíe de la ruta establecida.

Quieren alejarme del Capitán y también de su libro, por eso es que no me puedo quedar dormido. No puedo navegar a la deriva.

Cada día, al caminar por la cubierta del Barco, debo tener mucho cuidado porque puedo patinar y caer al mar, pero sobre todo debo prestar atención en mi relación con el resto de la tripulación.

El Capitán siempre me ve, no importa donde me encuentre, él conoce hasta lo que pienso. No me puedo esconder de Él en ningún momento. Él desea que yo cumpla con sus mandatos y que le honre dando un buen ejemplo.

La gente también me observa.  Puedo ser luz, puedo ser guía, y mostrarles el camino que les lleva a la verdadera vida. Puedo ser como la sal que preserva, que da sabor, puedo ser alguien que ayuda a otros a estar mejor.

Pero no debo olvidar que el enemigo también me vigila y está al acecho. Me empuja para hacerme caer y así dar un mal ejemplo. Me incita a reaccionar con enojo, me propone que ignore las instrucciones del Capitán.

Si digo una mentira o pronunció una palabra ofensiva, si pongo la vista en lo que no es bueno. Si dudo de las verdades del Libro y me aparto siguiendo otro camino. Todo esto viene del enemigo quien lo provoca para luego señalarme, acusarme y desanimarme.

Por todo esto es que en estos días he pensado tanto en estas tres palabras. ¡Camina con cuidado!.

Termino con estas palabras que otro navegante nos dejó en una de sus cartas:

Efesios 6:11-13
"Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra las  asechanzas del diablo.
Recuerden que no estamos luchando contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales que se mueven en las esferas celestiales, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de tinieblas que nos rodea.
Por eso, tomen toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo y, después de haberse preparado bien, mantenerse firmes."

Queridos navegantes, sigamos caminando con cuidado y con fe sabiendo que nuestro Capitán siempre nos ve pero el enemigo también.

Hasta la próxima.

Gerwuer

Lectura Anual: Éxodo 17 al 19

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