Día 19 - Dios hace una maravilla tan solo de una costilla.

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Bitácora 📝
Hoy es Miércoles 19 de Enero de 2022

Un nuevo amanecer.
Un nuevo esfuerzo para salir de la cama y apartar un tiempo para estar con el Capitán, antes de comenzar la jornada.

Las cosas que aprendo con el Comandante son profundas, pero son muy importantes. 

En Su Libro hay grandes verdades y también promesas valiosas.

Hay algunas cosas que solo las llegamos a entender después de haber navegando con Él durante un buen tiempo. 

Hay otras cosas que tal vez en el presente vemos oscuramente, no tenemos claridad. Solo las aceptamos por fe creyendo que él siempre dice la verdad.

Esta mañana sigo con la lectura del Gran Libro en Génesis 2:21-25

"Entonces Dios, el Señor, hizo caer al hombre en un profundo sueño y mientras este dormía, le abrió el costado y le quitó una de sus costillas. Luego cerro la herida.

De aquella costilla que le quitó, Dios formó la primer mujer y se la presentó al hombre.

Adán la observó y dijo: "Esta sí que es carne de mi carné y hueso de mis huesos. La llamaré mujer porque fue sacada del hombre."

Por eso es que el hombre abandona a su padre y a su madre, se une a su mujer y se vuelven una sola carne.

Los dos estaban desnudos, tanto el hombre como la mujer, pero no sentían vergüenza de verse así."

Esto no es una fábula, no es un cuento. Tampoco es un invento de algún escritor, ni es la tradición de un pueblo.

Dios lo afirma claramente en forma reiterada: "Yo soy quien ha creado todas las cosas y antes de mí no existía nada"

Dios habló diciendo:

"Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella. Yo extendí los cielos con mis manos, y di órdenes a todas sus constelaciones" (Isaías 45:12)

"Yo he creado la tierra, el hombre y todos los animales que están sobre  ella. Con mi gran poder y con mi brazo extendido todo ha sido formado, y yo la entrego a quien deseo" (Jeremías 27:5)

Pienso que Adán cada día estaba ocupado trabajando en el Jardín precioso que Dios había preparado pero se sentía muy solo.

A pesar de estar rodeado de muchos animales, tener toda la tierra a su disposición, tener alimento en abundancia, nada de esto en verdad lo dejaba satisfecho.

El relato me muestra a un Dios que se interesa por nuestra necesidad y se ocupa de crear lo adecuado para nuestro bienestar.

Muchas cosas fueron creadas tan solo por la autoridad de Su Palabra, aunque, para crear al primer hombre, Dios utilizó el polvo de la tierra, pero luego, para formar a la compañera, hizo las cosas de otra manera.

La mujer fue formada de manera delicada. Fue necesaria una operación programada donde el costado del hombre fue abierto sin que este sintiera nada.

También fue necesaria la sangre derramada para que la primera mujer fuera creada. Una costilla fue quebrada para que la primera esposa por fin llegara.

El primer hombre fue Adán y Eva fue la primera esposa. 

Un hombre y una mujer unidos en santo matrimonio, formando un solo cuerpo. Una relación pura y sin defecto.

Ahora sí todo estaba completo. Dios se ocupó de darle al hombre la compañera adecuada.

Pero también esta historia pasada nos lleva a pensar en el porvenir.

Los que hoy vivimos, y en este Libro creemos, sabemos que después de mucho tiempo, Dios levantó un segundo Adán.

Él también fue herido en el costado. Su preciosa sangre fue derramada pero en su caso ninguna costilla fue quebrada.

Por su tremendo sacrificio su esposa aún está siendo formada.

Llegará el día de la Gran Boda.
Los dos se unirán en casamiento.

El segundo Adán es perfecto, y solo por Él, la esposa es una creación hermosa. Por la sangre que Él le transmite ella recibe perfección.

Si todavía no entiendes a qué me refiero es que tal vez no has conocido al que murió clavado en el madero.

El cuerpo de Jesús fue herido en el costado. Solo por su sangre se recibe una nueva vida.

Los verdaderos creyentes, unidos en un solo cuerpo, formamos la esposa. Esto es una cosa maravillosa.

Un día estaremos desnudos ante la presencia del Señor. Él nos verá tal cual somos pero nadie se avergozará. Él nos ama en verdad.

Todo ya se está preparando para celebrar La Gran Boda.

Jesús y su esposa la Iglesia se unirán como era en el principio.

No habrá más llanto, no habrá dolor. Todo será precioso cuando regrese por nosotros nuestro amado Salvador.

Por el momento estemos tranquilos que Dios sigue haciendo su obra en nosotros. Todavía la novia está siendo preparada.

Sigamos esperando la llegada del Esposo que ya ha sido anunciada.

Hasta la próxima.

Gerwuer

Lectura Anual: Éxodo 7-10