Día 15 - La única manera de aprobar el Exámen Final.
"Entonces Dios, el Señor, habló al hombre y le dejó este mandato diciendo:
"Puedes comer de todo árbol que encuentres en el huerto, pero nunca comerás del árbol de la ciencia del bien y del mal; porque el día que comas de su fruto te aseguro que morirás"
Tan solo dos versículos con un solo mandato específico. Nada complicado. Un solo punto en el que el primer hombre sería evaluado y probado.
El requisito es claro:
Absoluta obediencia a la Palabra de su Creador.
"No puedes comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal porque te irá muy mal, pero si puedes disfrutar de todo lo demás.'
No mires lo único que te falta. Concéntrate en lo mucho que sí tienes y que puedes utilizar para satisfacer tu necesidad.
Si fracasamos en creer y obedecer la Palabra del Capitán y no usamos a tiempo el único instrumento que nos ha dejado para borrar lo que hicimos mal entonces al final veremos que el resultado no es el esperado. No saldremos aprobados. Pero en este caso ya no existe una segunda oportunidad.
Se podría decir que la única goma para borrar nuestros errores, nuestros pecados y todos nuestros fallos es la Sangre de Jesús, el que murió en la cruz y resucitó al tercer día para darnos una nueva vida.
Pero, por más que confesemos nuestros pecados y nos esforcemos por hacer buena letra:
¿Cómo podemos saber con toda certeza que nuestro exámen final será aprobado?
¿Qué pasa si en el último minuto cometimos un error grave y no lo borramos a tiempo?
Por mucho tiempo tuve la idea que debía esforzarme, no cometer errores, no engañar, no pecar si quería ser aprobado al final.
Por este motivo iba a la Iglesia cada domingo, confesaba mis pecados para que fueran borrados. Hacía sacrificios y procesiones, como hacen muchas religiones. Resaba también mis oraciones, pero nunca dejaba de cometer errores.
En verdad quería hacer buena letra. Pero mi hoja ya tenía tantas manchas acumuladas. Tantos "Borrones" que se veía muy desprolija.
La vida era una lucha constante. Inseguridad frente a la hora de entregar esa hoja del exámen porque sabía que tenía muchas faltas.
Un día supe que había una sola forma de ser aprobado al final:
Debía reconocer que yo no podía hacer las cosas bien, por lo tanto la única alternativa era aceptar la hoja de vida con la Mejor Nota que otra persona me ofrecía. No sería mío el mérito, pero por lo menos estaría a salvo cuando llegara el momento.
Lo que hice fue creer y aceptar la Hoja con las Buenas Notas del Maestro, por eso se que seré aprobado.
En verdad todos nuestros exámenes tienen muchos errores y nunca hubo, no hay, ni tampoco habrá un solo ser humano, un alumno, que salga aprobado por sus propia capacidad o sus esfuerzos.
Todos hemos pecado. No hay ni siquiera uno que pueda asegurar que no ha cometido errores o faltas a lo largo de su vida.
Pero déjame que te cuente la buena noticia:
El Maestro vino, rindió el exámen por completo y lo clavó en un madero diciendo:
"Ya todo está aprobado, terminado, consumado"
El obtuvo la mejor nota y ha dicho a todo aquel que quiera y que crea, que venga humillado hasta Él y acepte por fe la evaluación que Él ofrece.
Debemos aceptar la hoja del Maestro para ser aprobados al final.
Esto quiere decir que si tú tienes el anhelo de ser aprobado. Si tienes sed de agradar a Dios, hay una sola manera de alcanzarlo y es viniendo a Jesús. Aceptando su obra completa en la Cruz.
Debes creer esta verdad:
"El Maestro ya completó la prueba en tu lugar."
Tú solo asegúrate de entregar esa hoja del exámen cuando tu tiempo se acabe, de lo contrario estás perdido.
Solo quienes creen en Jesús y le reciben por la fe son los que aprueban completamente la evaluación.
Sigue usando la goma por ahora y corrige con la sangre de Jesús esa cosas que haces mal, pero al final solo recuerda que quienes presenten la prueba escrita por el Maestro con su propia Sangre son los que saldrán aprobados.
Hasta la próxima.
Gerwuer
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