Recordando esta verdad: Ahora somos hijos amados. Reflexión en 1Juan 3:2

Un tiempo a solas con el Buen Capitán ⛵️

Recorriendo la primera carta de Juan

"Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que, cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es."

1 Juan 3:2

Hoy me preguntó y te pregunto: 

¿Qué estás buscando mientras navegas a toda vela por este mar de la vida?

Alguien dijo, con mucha razón, que “las aves del mismo plumaje vuelan juntas”.

Lo mismo ocurre con los marineros de una misma embarcación: todos navegan en la misma dirección. Buscan llegar a un mismo lugar. 

Juan escribe su carta para esos marineros que viajan juntos en el velero que se dirige al cielo.

¿Eres parte de la embarcación del Buen Capitán?

Ayer comencé a leer el capítulo 3 en esta carta hermosa que fue escrita hace tanto tiempo pero que no tiene fecha de vencimiento.

El primer versículo me ayudó a volver a mirar en la dirección correcta: Juan dice “Mira cuán grande es el amor que Dios te ha mostrado.”

Y ahora, el segundo versículo se une al primero y me recuerda que soy hijo de Dios. Y eso es algo que nada ni nadie puede cambiar.

Por la fe en Jesús: soy hijo.

Por la gracia y la verdad: soy amado.

Por la sangre de Jesús: ya soy adoptado.

Y el Espíritu Santo me ha sellado.

Cuando llegue la hora seré arrebatado. 

Esta es la esperanza gloriosa de todos los que navegamos con el Señor. 

Volvamos a leer lo que dice Juan:

"Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que, cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es."

(1 Juan 3:2)

¡Qué maravilla es saber que ya eres amado!

¿No lo crees?

¡AMADO!

Esta no es solo una palabra bonita. Es una verdad profunda.

Pero hay más... 

¡HIJO AMADO!

Ya no soy esclavo. No soy un pasajero de tercera clase.

¡SOY UN HIJO AMADO DEL BUEN CAPITÁN !

No mañana. No después de mejorar. No cuando todo esté en orden...

Soy amado hora, así tal como soy. Sí, ahora mismo soy Hijo y soy amado, aún con defectos y fracasos. 

Pero Juan me dice algo más: aún no se ha manifestado lo que he de ser.

Hay mucho más por venir.

Esta travesía no ha terminado.

El viento aún sopla, las tormentas me golpean, y reconozco que muchas veces no entiendo el rumbo. No veo las cosas con claridad.

Pero tengo esta esperanza firme: un día, cuando Él se manifieste, seré como Él.

Y aquí está el misterio más glorioso:

Un día estaré cara a cara con mi Buen Capitán. Le veré, le conoceré tal como Él es, y estoy seguro de que me abrazará... y todas mis lágrimas Él las enjugará.

Piensa en esto, marinero:

Ese día ya no le veremos a través del espejo borroso de la fe. ese día lo veremos cara a cara.

Y en ese encuentro, todo lo que somos será transformado.

Este versículo me anima a vivir con la mirada puesta en lo eterno.

A no desesperarme por lo que aún no soy.

A seguir navegando con esperanza, con ilusión.

Marinera, marinero... no te rindas, no dejes de remar, no dejes de anunciar el mensaje de amor. Espera y confía en el Señor, a su tiempo llegará tal como prometió.

Si estás en Cristo, ya eres Hijo.

Y como se suele decir:

Lo mejor aún está por venir.

Abrazo fuerte 🫂 

— Gerwuer ⛵️

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Muchisimas gracias!! Gloria a Dios. Aprecio mucho tu comentario. Es bueno saber que otras personas me acompañan en esta travesía. Saludos. Gerwuer

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