El perdón que sana y libera

 “El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.”

1 Juan 2:9

Hola!! Saludos para ti, marinera o marinero que navegas por este mar de la vida.

Sigo escribiendo y compartiendo algunos pensamientos a medida que voy leyendo el Libro del Buen Capitán. Estoy recorriendo la primera carta de Juan.

El versículo de hoy también me invita a examinar con seriedad mi corazón.

¿Estoy andando en la luz? ¿Amo de verdad y perdono las ofensas de los demás?

Sí, es verdad que me doy a conocer como cristiano, pero ¿puedo asegurar que amo a todos mis hermanos?

Me doy cuenta de que muchas veces decimos una cosa con la boca, pero por dentro sentimos o pensamos otra. Podemos hablar o escribir sobre la fe, la oración, incluso podemos cantar del amor que decimos sentir por Dios… pero si en el corazón guardamos odio, rencor o simplemente nos negamos a perdonar, entonces —dice el Señor por medio de Juan— aún estamos caminando en la oscuridad.

El amor verdadero no es solo palabra; es acción, es entrega, es sacrificio y también reconciliación.

Jesús fue claro:

“Si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial.”

(Mateo 6:14)

El perdón no es opcional para quien ha sido perdonado por Dios. Es un reflejo de Su luz en nosotros.

Tanto aquel que se niega a confesar su pecado y pedir perdón, como aquel que endurece su corazón y se resiste a perdonar, se están perdiendo la oportunidad de sanar.

El perdón sana y libera, tanto al que lo recibe como al que lo entrega.

La luz de Dios nos llama a soltar el peso del orgullo, del dolor y del resentimiento. Caminar en la luz es amar… y amar empieza por perdonar.

Hagamos una pausa.

Pidamos a Dios que encienda Su luz y nos ayude a mirar con calma y honestidad.

Pregúntate con humildad:

¿Hay alguien a quien he dejado de amar? ¿Reconozco que tengo una herida que no ha sido sanada, un resentimiento escondido?

Si descubres una herida profunda, no tardes en buscar ayuda.

Pídele a Dios que te muestre si hay oscuridad en tu corazón.

Decide hoy dar el primer paso: perdonar, orar por esa persona, tender la mano.

Caminar en la luz comienza con amar como te amó Jesús.

Aquí me despido por hoy.

Puedes escribirme, compartir tu opinión, tal vez algún motivo de oración o si has experimentado la sanidad que viene de Dios.

Sería hermoso leer tu comentario.

Soy Gerwuer y te saludo deseando que tengas un hermoso día, navegando siempre con la mirada puesta en las cosas de arriba.

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