Semana Santa. La gran oferta que sigue vigente para toda la gente.

En esta Semana Santa, todavía está vigente, esta gran oferta para toda la gente: “Miren a mí y sean salvos”

Esta oferta yo mismo la recibí y ahora puedo decir que tengo una nueva vida para vivir, pero es tan solo por la gracia de aquel que decidió venir para morir.

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Samstag (Sábado)

⛅🌡️11°⛵️

Si no fuera por Jesús, que murió Crucificado, todavía estaría condenado. Sería como un esclavo, atrapado por las cadenas de la culpa y el pecado. 

Estaría en miseria y soledad, amargado y rodeado de una densa oscuridad, si no fuera por aquel que ocupó mi lugar. 

Fue su sangre la que me lavó, fue su gracia la que me salvó, fue su vida la que me entregó y es por Él que ahora vivo yo.

Espero que puedas entender lo que intento explicar. No tuve que obrar, ni tuve que pagar. No tuve que hacer nada para poderme salvar. 

No se trata de seguir una nueva religión, solo se trata de comenzar una verdadera relación con Jesús el Salvador. Dejando de lado cualquier otra forma de limpiar mis pecados.

Puedo afirmar que ya tengo una entrada directa al Paraíso Celestial. Al cielo, sé que voy a entrar, cuando termine mi recorrido terrenal, pero esto no es porque yo me lo he ganado, sino más bien es porque acepté a Jesús, el Cristo, quién murió crucificado. La salvación eterna es un beneficio que recibí en el mismo instante en que creí. 

Esto es así, Jesús me transformó y me liberó cuando acepté, cuando creí, que su sangre en la cruz, la derramó por mi. Es algo maravilloso, es emocionante, ahora tengo una nueva vida por delante. 

Seguro que, más de una vez, volveré a caer, volveré a tropezar, pero ahora sé que, con Cristo, puedo volver a empezar. Él ha prometido que estará siempre conmigo. Me ayudará a lo largo del recorrido. 

Querido amigo, si hoy te encuentras en aflicción y desesperación. Si no encuentras sentido a tu existencia, si tu vida está en decadencia, mira hacia la cruz. Mira por favor hacia Jesús. No busques otra salida, no destruyas más tu vida. Mira hacia arriba y recuerda lo que ya está escrito:

“Miren hacia mí, y sean salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.”

(Isaías 45:22)

“Vengan a mí todos los que están trabajados y cargados, y yo les haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus almas; porque mi yugo es fácil, y es ligera mi carga.”

(Mateo 11:28-30)

“A todos los sedientos: Vengan a las aguas; y los que no tienen dinero, vengan, compren y coman. Vengan, compren sin dinero y sin precio, vino y leche.

¿Por qué gastan el dinero en lo que no es pan, y su trabajo en lo que no satisface? Escuchen, atentamente, y coman del bien, y se deleitará su alma con grosura. Inclinen su oído, y vengan a mí; escuchen, y vivirá su alma; y haré con ustedes el pacto eterno, las misericordias firmes de David.”

(Isaías 55:1-3)

“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”

(Juan 7:38)

“Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas.

Este dirá: Yo soy del Señor; el otro se llamará con el nombre de Jacob, y otro escribirá en su mano: Soy de Dios, y se pondrá por apellido el nombre de Israel.

Así lo dice el Señor, Rey de Israel, y su Redentor, el Señor de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios.”

(Isaías 44:3-6)

Comienza a usar, por fe estos dos remos que aquí te he dejado. Son los versos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento y son los remos con los que, día tras día, por el mar de la vida avanzamos. 

Hoy es un día para proclamar que Jesús sigue ofreciendo vida nueva para todo aquel que quiera y crea.

Hoy quiero terminar diciendo lo que dijo David:

“Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. En Dios se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán.

Engrandeced al Señor conmigo, y exaltemos a una su nombre.”

(Salmos 34:1-3)

En esta mañana me gozo en la Cruz, me gozo en Jesús y me gozo en la salvación. Él fue crucificado pero lo hizo por amor, para salvarme de mi pecado.

Hoy puedo decir lo mismo que dijo David:

“Busqué al Señor, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados.

Este pobre clamó, y le oyó el Señor, y lo libró de todas sus angustias.”

(Salmos 34:4-6)

Si el Señor lo hizo conmigo, te aseguro que también lo puede hacer contigo. Solo cree en Jesús, recibe hoy su perdón y tendrás paz en tu corazón.

Alabo a Jesús, el Cordero de Dios, que del juicio venidero me liberó. Espero que tú también puedas creer y puedas proclamar esta verdad con toda la humanidad.

Abrazo fuerte 🫂 

Gerwuer 📖🌬️⛵️