¡Bendito sea Dios! Aún en el dolor. Bendito sea el Señor.


Aunque vengan tormentas y ciclones, igual quiero permanecer junto a mi buen Capitán. En la alegría o en el dolor, a Dios le quiero dar mi adoración. Hoy canto con emoción: Bendito sea el nombre del Señor, Bendito sea Dios.

Gerwuer ⛵️


Sonntag (Domingo)

⛅🌡️3°⛵️


Qué fácil es navegar por este mar de la vida y disfrutar del recorrido cuando el corazón no está afligido. Qué placer sentimos todos los marineros, cuando sopla el Barlovento en lugar del Sotavento, es decir cuando los buenos vientos nos acompañan en todo el trayecto.


Pero todos sabemos que en este mar no siempre habrá buen tiempo. La vida puede presentar hermosos días soleados y calmos, pero en más de una ocasión nos enfrentaremos con alguna marejada espantosa, capaz de arruinar todas las cosas. Sin duda el alma puede quedar destrozada luego de una fuerte marejada. 


En este momento busco al Capitán del Velero, busco a mi Señor en oración. Este es mi Tiempo de OLMO ... mi tiempo para estar a solas con Dios.


Amado Capitán del Velero Celestial, aquí estoy a tu lado, buscándote desde temprano. Estoy comenzando a recorrer un día más en este mar de la vida por donde me permites navegar.


Hoy, mi querido Padre, te alabo, te exalto, te adoro. Tú eres Dios Todopoderoso. Eres el único merecedor de toda la Gloria, la Honra y el Honor. Me inclino ante ti en adoración. Tú eres el Rey de mi corazón.


Oh Señor, en estos momentos te pido por favor que hagas arder tu fuego en mi interior. Te anhelo, te necesito. Sin tí Señor, mi vida no tiene valor, no tiene sentido. Estaría completamente perdido si no fuera por tu gran sacrificio.


Te ruego que tu Espíritu gobierne dentro mío. Deseo tener verdadera Pasión y un auténtico compromiso con tu misión. No quiero ser un tibio de corazón. Aviva en mi la llama de tu amor.


Te ruego en esta hora que abras mis ojos a la verdad de tu Palabra y que mi mente se someta por siempre a tus enseñanzas. Quiero estar bajo tu autoridad y tu Señorío, consagrado y con pasión en alma, mente y corazón.


Padre nuestro que estás en los cielos, que tu nombre sea por siempre santificado y glorificado. Que tu reino venga y se vea en esta tierra. Que tu voluntad se obedezca y tu Paz se establezca. 


Hoy tus hijos redimidos nos reunimos para escucharte y adorarte. Me emociono al poder cantarte y decirte, junto con todos los demás, que te amamos y te damos gracias, aún en medio de la adversidad. Te bendecimos, aunque los vientos en nuestra contra no paren de soplar.


Gracias por tu amor oh Dios. Gracias por habernos perdonado, gracias por habernos rescatado, gracias por extender tu misericordia hacia nosotros. Gracias, solo te digo gracias.


En el nombre de Jesús, tu hijo amado. 

Amén 


En esta mañana una alabanza resuena en mi cabeza y tengo la dicha de poderla cantar junto con los demás navegantes de la embarcación. Es que hoy es domingo, es el día de nuestra reunión y hemos estado ensayando una hermosa canción para adorar al Señor. 


La letra de esta alabanza me ha hecho pensar en esta realidad:


Qué fácil es cantar y celebrar cuando todo marcha bien. Cuando hay victoria, cuando hay una respuesta favorable a la oración, y en el cielo vemos que brilla el Sol. Pero, cuando todo se vuelve completamente oscuro, cuando no vemos una salida a la situación y parece que la vida nos da una fuerte bofetada, sin duda que nos cuesta cantar y alabar.


Cuando el mundo nos golpea en la boca y nos hace sangrar, sin duda que a nuestros labios les cuesta mucho sonreir, bendecir y alabar.


Hoy he pensado en Job, probablemente conoces bien su historia. Él era un hombre muy piadoso, muy temeroso de Dios. Sin embargo se podría decir que su fe y su fidelidad lo metieron en la peor tempestad.


Aquel hombre no lo sabía, pero su amor a Dios le estaba por traer graves problemas terrenales. Es que su fe alteraba a las malvadas potestades que gobiernan la oscuridad. Satanás no estaba para nada contento con la piedad y el temor de este hombre llamado Job.


Por amar a Dios, ya sabemos que Job, en un solo dia, perdió todo lo que tenia. Su riqueza, sus animales, sus privilegios y sus posesiones materiales, pero creo que lo peor sucedió cuando se entero que aquellos hijos amados por los que tanto había orado, también le fueron arrebatados. 


Cómo si esto fuera poco, la tormenta y los vientos de la prueba le quitaron también la salud. Hasta el amor de su esposa lo perdió... qué situación espantosa. Ella lo maldijo en medio de tanta aflicción. Es que cuando nos golpea el dolor vemos todo tan oscuro, tan espantoso, que de nuestros labios no sale nada hermoso... a menos qué estemos firmemente parados en nuestra fe.


El diablo no se conformó y todo lo que pudo, a Job se lo quitó, lo arruinó con la idea de ver que en algún momento él también llegara a sucumbir frente a la aflicción y que de sus labios saliera una maldición a Dios. Creo que Satanás esperaba poder ver al siervo del Señor morir en completa derrota bajo el peso de su pesada bota... pero al final, cuando los demonios levantaban sus manos en señal de victoria, una voz se escucho retumbando poderosa desde la tierra y fue la voz de Job dando alabanza y gloria a su Dios. Job bendijo a su Creador a pesar de la dura situación.


Job dijo algo que hoy todos los cristianos verdaderos recordamos:


“Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. El Señor dio, y el Señor quitó; sea el nombre de Dios bendito.”

(Job 1:21) 


Me lo imagino a Satanás gritando enfurecido... “NOOOO... NO PUEDE SER!!! cómo es posible que este hombre siga alabando y dando bendición a Dios con todo el daño que ya le provoqué!!


Hoy cantamos con toda la congregación las palabras de aquella preciosa canción que dice lo mismo: Bendito sea el nombre del Señor, bendito se Dios.


Esta es una canción en inglés escrita por Matt Redmann pero te comparto una versión en Español interpretada por Josué Sánchez.


Aquí te dejo la letra y un vídeo con la canción que espero sea para ti de tanto aliento y bendición como lo es para mi.




Bendito Seas

(Matt Redmann)


“Te bendeciré, en la tierra de plenitud, en lugares de leche y miel, te bendeciré.


Te bendeciré aunque esté en medio del dolor, si cruzando el desierto estoy, te bendeciré.


Si derramas bendiciones, te alabaré.

Si permites aflicciones, también yo diré: Bendito sea el nombre del Señor, bendito sea Dios.



Hoy mi corazón y mis labios cantarán también, junto con todos los demás: Bendito sea el nombre del Señor, bendito sea Dios.


Da igual si Dios responde o no responde a mis oraciones. No importa si derrama o no derrama sobre mi sus bendiciones; aunque en el fuego de la prueba yo este, con todo mi corazón lo alabaré y bendeciré y espero que tú lo hagas también.


Deseo que siempre podamos alabar y bendecir a Dios sin importar la situación.


Abrazo fuerte 🫂

Gerwuer ⛵️


Comentarios

  1. Amen amen El ya nos lo dio todo con el regalo inmerecido de la salvación y vida eterna ...saludos y bendiciones Adriana

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  2. Gracias Adriana por leer y por comentar la Bitacora. Tienes razón, hemos recibido un regalo inmerecido. Tenemos que bendecir al Señor, tanto en las buenas como en las malas. Tenemos que alabarle y darle gracias por todo. Saludos y a seguir adelante.

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