BIENAVENTURADO El MARINERO QUE MEDITA..!! Si, pero: ¿Qué hace cuando Medita?


Es dichoso y bienaventurado el MARINERO del Velero que MEDITA en La Palabra de su Capitán antes de salir a navegar.

Gerwuer 


Montag (Lunes)

☁️🌡️6°⛵


Comienza una nueva semana.

El tiempo no se detiene, los minutos pasan, las horas vuelan y si no me pongo en marcha, si no me activo, no logro estar quieto y tranquilo escuchando al Capitán.


Siempre digo que es de gran importancia el poder buscar al Señor desde temprano.


Para mí en lo personal este es el tiempo de OLMO es decir el tiempo de Orar - Leer - Meditar y Obedecer.


Las cuatro cosas se deben hacer para poder crecer. No es suficiente con solo leer. Debo meditar, debo reflexionar y por supuesto en todo momento debo orar pidiendo ayuda al Capitán para poder entender y aplicar.


Es verdad que no hay ningún beneficio con tan solo leer, saber o conocer y luego no hacer.


De nada le sirve a ningún Marinero tener tanto conocimiento del Velero si luego no sale del Puerto y pone en práctica todo lo que ha estado aprendiendo.


Algo más quiero mencionar y es la necesidad de ser DISCIPLINADO y SELECTIVO a la hora de tener un tiempo a solas con Dios.


Estoy asombrado por todo lo que me llega cada día para leer. ¡Hay tantas distracciones! ¡Tantos mensajes de WhatsApp! además de tanta publicidad, correos electrónicos, noticias y mucho más. 


Todos los INFLUENCERS de hoy luchan por captar mi atención, pero en estos momentos solo necesito recibir la INFLUENCIA de Dios.


NECESITO LA INFLUENCIA DEL ESPÍRITU DEL SEÑOR, TRANSFORMANDO MI MENTE, Y MI CORAZÓN, PARA QUE AL FINAL YO PUEDA SER DE BUENA INFLUENCIA A LOS DEMÁS CON MI FORMA DE ACTUAR.


Ahora necesito enfocarme en lo que realmente es importante: LA PALABRA DEL SEÑOR. Todo lo demás es tan solo distracción.


Comienzo Orando:

Mi amado Señor, cada día se me hace difícil seguir avanzando con tantas pruebas y luchas que van llegando.

Ayúdame a no rendirme, ayúdame a permanecer en el mismo rumbo que ya me has trazado en tu Libro Sagrado.

Mi querido Capitán, vengo para estar a solas contigo meditando en tus Palabras, vengo para escuchar tu consejo. Enséñame tu verdad que es la que trae libertad. Explícame lo que no entiendo y ayúdame a poner en práctica todo lo que voy aprendiendo. 

Amén


Luego de Orar me detengo a leer y busco el mismo pasaje que se habló ayer en nuestra reunión con toda la tripulación.


Leo Lucas 9:46 al 48


“Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor.


Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí, y les dijo: 


“Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.”

(Lucas 9:46-48)


Ahora es el momento de Meditar. 


Esto es algo que tú debes hacer con lo que acabas de leer. Es algo que yo debo hacer. Cada uno debe detenerse y considerar muy bien lo que dice el Capitán.


Muchos estamos acostumbrados a realizar una lectura devocional de algún libro, tal vez alguno lee la Bitácora de esta manera, pero en realidad ya he mencionado en otra oportunidad que la Bitácora no es un devocional es tan solo como un cuaderno donde voy anotando mis reflexiones, mis vivencias, mis propias experiencias.


Por supuesto deseo que la Bitácora sea de aliento a otros y de motivación para crecer en el conocimiento del Señor... pero lo repito esto no es un devocional tradicional. Esto más bien es como un diario personal de mi propia navegación junto con el Capitán del velero. Son los relatos y pensamientos que comparto de corazón deseando que sean de bendición.


Si solo comes de lo que otro ya ha masticado, es decir si solo lees la reflexión que otro ha elaborado pero no lees La Biblia y no meditas, no sacarás el mayor provecho.

Pero... tal vez alguno se pregunte...


¿Qué quiero decir con meditar? 

No se trata de sentarme en una posición extraña, con las piernas cruzadas, cerrando los ojos y elevando las manos a los costados con los dedos pegados... 


Meditar es masticar... es rumiar, es leer el pasaje en su contexto y tratar de recibir el alimento que necesito para este momento.


El Meditar me obliga a parar... respirar tranquilo, pensar... hacerme preguntas... y tratar de comparar lo que estoy leyendo con lo que ya he leído o he aprendido en otro momento.


Meditar en La Biblia es reflexionar y dejar a un lado mis propias conclusiones o pensamientos para dar lugar a los pensamientos que Dios me está compartiendo.


Hoy solo quiero animarte a tener tu propio 👉 TIEMPO DE OLMO. ORAR, LEER, MEDITAR Y OBEDECER.


Te sugiero que leas todo el capítulo 9 de Lucas. Procura tomarte un tiempo para considerar lo que el Señor está diciendo.


Esto mismo es lo que yo necesito hacer. 


Mañana seguiremos considerando esto. 


Para terminar la Bitácora de hoy quiero recordarte las palabras del Salmo 1 que dice:


“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley del Señor está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.

Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.”

(Salmos 1:1-3)


Yo me detengo aquí. Tengo que comenzar mi jornada laboral pero seguiré pensando en todo lo que hoy me habló el Capitán. Necesito aplicar lo que acabo de mencionar.


Abrazo fuerte y hasta la próxima.

Gerwuer ⛵️

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