La bondad de Dios nunca falla. Su poder es mayor en mi debilidad.


¡TE AMO DIOS! 
Es verdad que tú amor nunca me falla.
Las cosas muchas veces no saldrán como ya lo tenía planeado, por eso tengo planeado agradecer por como salen para no estar amargado.
Gerwuer


Montag (Lunes)

🌨️🌡️1°⛵️


Ich lieb die Herr (Te amo Señor)


BEEEP!! BEEEP!!! BEEEEP !!! UHHH...!!! UHHH!! UHHHH!!! BEEEP!! ... BEEEP!!!... BEEEEP!!!


Oh noooo...!!  Nuevamente la alarma de servicio me saca de la cama. ¡Qué linda manera de empezar la semana!


Hoy me preparo y salgo a cumplir con mi trabajo. Voy esparciendo la sal por el bien y la seguridad de los demás. 


Mientras lo hago no puedo evitar pensar que esta es la misma tarea que todos los cristianos somos llamados a realizar.


Debemos Salir de la Sala para salar las almas y brillar con la bondad y el amor de Jesús el Salvador.


Salgamos juntos como hermanos,  con la luz en la cabeza y la sal en la mano. La oscuridad nos rodea y todo esta congelado. La gente está resbalando rumbo a la perdición y necesitan escuchar el mensaje de Salvación.


Hoy es Lunes y como ya he mencionado para mi el día comenzó un poco agitado. No he podido escribir la Bitácora más temprano.


Esto es algo que muchas veces me desanima, pero hoy vuelvo a recordar lo que dije en otra oportunidad.


“Las cosas muchas veces no saldrán como ya lo tenía planeado, por eso tengo planeado agradecer por como salen para no estar amargado.”


Ayer tuvimos una hermosa reunión con toda la tripulación de la embarcación, es decir con los miembros de la congregación.


Hoy en mi mente sigue dando vueltas el hermoso pasaje del que se habló.


Leímos el conocido relato de la multiplicación de los panes y los peces.


Mateo, Marcos, Lucas y Juan se han ocupado de compartir este suceso que tiene tantas lecciones para nuestra vida.


Veamos algo de lo que cuenta Lucas:


“Vueltos los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida.


Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.


Pero el día comenzaba a declinar; y acercándose los doce, le dijeron:


“Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto.”


Él les dijo: 

“Dadles vosotros de comer.” 


Y ellos dijeron: 

“No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud.”

(Lucas 9:10-13)


Algo que se mencionó ayer en la reunión y nunca lo había pensado es que los discípulos venían de tener una experiencia personal y muy real.


Ellos mismos fueron usados por el Señor para suplir la necesidad de personas que estaban enfermas.


Ellos venían de una experiencia maravillosa, habían realizado milagros, pero ahora se encontraban frente a otro problema y se sentían completamente superados.


La alegría del pasado se esfumó con la necesidad del presente.

¿Te suena familiar lo que acabo de mencionar?


Cuando vieron las multitudes hambrientas vieron un problema insuperable y pensaron que la mejor solución era que cada uno regresara a su casa. Que cada uno se encargue de su propia necesidad.


Jesús les dijo... No, de ninguna manera... quiero que se ocupen ustedes del problema... Alimenten a las multitudes...


Me imagino a los discípulos con cara de asombro... ellos pueden haber pensado que Jesús estaba bromeando...


“Señor, ¿es un chiste?... ¿qué nos estás pidiendo? Si apenas tenemos cinco panes y dos  peces?

¿De dónde quieres que saquemos alimentos para esta multitud?”


Sabemos lo que ocurrió después. El Señor obró de manera asombrosa como solo Él lo puede hacer y multiplicó esos pocos panes y esos peces para enseñarnos que:

No hay nada imposible cuando lo entregamos por fe en las manos del Señor.


Leamos como termina la historia y observemos lo que el Señor puede hacer cuando nos atrevemos a poner algo, por poco e insignificante que sea, en sus poderosas manos:

“Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos:
“Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta.” 
Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos. 
Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente.  
Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.“  
(Lucas 9:14-17)

Observa lo siguiente:

TODOS quedaron ALEGRES y SATISFECHOS cuando Jesús intervino.


Esto siempre ha sido, es y será así. Su poder y su amor nunca fallan.


Unos pensamientos vinieron a mi mente ayer y los anoté para poder compartirlos en la Bitácora de hoy:


“En tu problema recuerda:

Dios siempre sabe cómo resolver todas las cosas. Solo atrévete a dejar la situación insostenible en sus poderosas manos.”


“En la vida y en la obra de Dios, el  resultado final nunca depende de mi capacidad.”


“Nada depende de lo que yo soy capaz de hacer o de dar. Todo depende de lo que Jesús quiera hacer con aquello que estoy dispuesto a entregar.”


Entrégale al Señor todo lo que eres y todo lo que tienes.


Recuerda que el resultado nunca dependerá de ti. No se trata de tú capacidad, no es la cantidad de tú entrega, más bien es la capacidad de aquel que recibe lo que tú sueltas.


Puedes pensar que no vales nada, puedes pensar que tienes muy poco para dar. Te puedes considerar insignificante o de poco valor, pero recuerda que nada depende de ti, todo depende del Señor.


En definitiva la vida depende de lo que Dios es capaz de hacer con aquello que tú le das.


Algo más para destacar:


Frente a una misma realidad nosotros podemos estar viendo un gran problema mientras Jesús puede estar viendo una tremenda oportunidad. No lo olvides.


En medio de una situación que se puede ver desastrosa Jesús puede obrar de manera asombrosa. Tan solo requiere de nosotros una sola cosa: la fe de la entrega.


“Nosotros solo vemos la circunstancia actual desde nuestra limitada capacidad humana y nos olvidamos que contamos con todo el poder de aquel que siempre a tenido la capacidad de crear cosas de la nada.” 


Piensa... ¿Qué es lo que ahora mismo tienes que entregar por fe para que Jesús pueda obrar con poder?


Para finalizar te dejo una canción preciosa que me hace mucho bien escuchar y cantar.


Mientras la escuchas, medita y  recuerda que la bondad del Señor nunca falla. No temas, entrégale tu vida, entrégale tu carga, deja todo en sus manos y confía. Él nunca falla.


Te amo Dios.

Essential Worship & Blanca




Te amo Dios. 

Tu amor nunca me falla.

Mi existir en tus manos está.

Desde el momento en que despierto,

hasta el anochecer, yo cantaré de la bondad de Dios.


En mi vida has sido bueno.

En mi vida has sido tan, tan fiel.

Con mi ser, con cada aliento,

Yo cantaré de la bondad de Dios.


Yo amo tu voz. 

Me has guiado por el fuego.

Tú cerca estás en la oscuridad.

Te conozco como Padre, 

y como amigo fiel.

Mi vida está en la bondad de Dios.


En mi vida has sido bueno

En mi vida has sido tan, tan fiel.

Con mi ser con cada aliento,

Yo cantaré de la bondad de Dios.


Tu fidelidad sigue persiguiéndome.

Tu fidelidad sigue persiguiéndome.

Todo lo que soy te lo entrego hoy

a ti me rendiré.


Tu fidelidad sigue persiguiéndome

Tu fidelidad sigue persiguiéndome

Tu fidelidad sigue persiguiéndome

Todo lo que soy te lo entrego hoy

a ti me rendiré.

Tu fidelidad sigue persiguiéndome.


//En mi vida has sido bueno.

En mi vida has sido tan, tan fiel.

Con mi ser, con cada aliento,

Yo cantaré de la bondad de Dios.//



Querido marinero, querido navegante del Velero del Señor, deseo que hoy encuentres las fuerzas, el gozo y la paz que solo vienen de Dios.


Un abrazo grande a la distancia.

Sigue adelante.


Gerwuer ⛵️



Comentarios

  1. Gracias. 🙏🏼🫶Dios te siga bendiciendo para bendecir.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Libro de Visitas:
Muchas gracias por dejar tu comentario.

Entradas populares de este blog

Día 100 - Proclamando la Verdad a toda la humanidad.

Día 4 - Pensando en aquel que ha visto partir a un ser querido.

Día 1 - Un nuevo comienzo.

Día 49 - Con amor y sin distracción surge una nueva generación.

Día 105 - Ya está abierto el camino al árbol de la vida.