El Enfoque Correcto. Una mirada de Fe y Gratitud. Efesios 1:1-10


Donnerstag (Jueves) ☁️🌡️3°⛵

Un nuevo día puedo ver nacer y eso ya es motivo suficiente para agradecer. 


Hoy quiero desde temprano encontrarme a solas con el Capitán del Barco.


Este es el cuarto día en esta nueva travesía. Las nubes negras siguen cubriendo el firmamento pero si escucho la voz de mi Señor puedo seguir adelante sin temor.


No sé con qué me encontraré, no sé qué problemas vendrán, no sé hasta dónde llegaré, pero no me quiero llenar de preocupación o ansiedad. 


Quiero orar y confiar, quiero estar preparado, despierto y atento como buen soldado. Si, quiero estar bien armado, sabiendo que el enemigo puede atacar de cualquier lado.


Yo sé que Jesús a mí lado está y me sostendrá cuando venga la tempestad.


Los cristianos necesitamos mantener el enfoque correcto en el desenfoque de esta vida. Necesitamos, día tras día, volver a poner la mirada en las cosas de arriba.


Lo mejor es tener una mirada de Fe y Gratitud a pesar de la situación adversa que nos rodea.


Me detengo a pensar que:

“Solo podrá enfrentar y soportar lo peor, aquel que permanece aferrado al Señor, de rodillas y en oración.”


Ayer fue un día de alegrías y tristezas. 


Sentí alegría recordando que un día fui rescatado, fui perdonado, fui llamado para navegar junto al buen Capitán. Alegría también al poder cantar y volver a decir: Heme aquí, envíame a mí.


Pero la tristeza también la sentí al pensar en mi madre que ya no está. Ayer fue su aniversario. No puedo negar que la extraño.


También he sentido mucha tristeza pensando en mis seres queridos, esos que tanto amo, pero que andan por la vida perdidos como náufragos. 


¡Están vagando en la oscuridad! 

Se me desgarra el corazón de solo pensar que corren tanto peligro navegando solos en este mar.


Han escuchado el llamado del Señor, han visto sus brazos de amor extendidos desde la Cruz ofreciendo perdón y salvación, pero siguen endurecidos diciendo:

 

“¡No, No y NOOO! ... te lo pido por favor, no me hables más de Dios.”


Suspiro una vez más... Fuuuu!!! 

Tomo aliento, abro mi Biblia y me dispongo a leer la Carta de Pablo a los Efesios.


Este año he comenzado con la lectura de esta preciosa carta que Pablo escribió estando en prisión.


Me propongo leer y releer esta carta, quiero hacerlo lentamente, meditando en cada Palabra.


Hoy vuelvo a leer el Capítulo 1 desde el principio. Leeré los primeros 10 Versículos y marcaré algunas palabras que llaman mi atención.


“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso:

Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.


Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.” 

(Efesios 1:1-10)


WOW...!! Este es un párrafo muy extenso y muy profundo... no puedo asimilar todo en una sola lectura.


Hoy solo me quedo pensando en esto:


Pablo está agradecido y se siente bendecido a pesar de su situación lamentable en una oscura prisión detestable.


Me pregunto... ¿Es mi situación tan triste y dolorosa como la de Pablo?

¿Puedo imitar su actitud y estar gozoso a pesar de sentirme atrapado como en un calabozo?


Me lo imagino cansado, solo, dolorido, hambriento, pero a pesar del sufrimiento no se deja llevar por los malos pensamientos. No permite que la frustración temporal le robe el Gozo y la Paz Espiritual. 


Lo notable es que, en lugar de quejarse y lamentarse busca la forma de llegar a otros con un mensaje de aliento y edificación.


Pablo bendice al Padre, bendice a Dios, aún estando en aflicción, y obliga a su mente a enfocarse en las cosas de arriba. Piensa en las riquezas que están reservadas en el cielo para todos los que han nacido de nuevo.


En otras palabras el pasaje comienza diciendo:

“¡Bendito sea Dios por todas las riquezas que en Cristo ya nos concedió!”


Yo también hoy te alabo y te bendigo mi Señor y Dios. Quiero volver la mirada hacia la morada celestial que nos estás preparando y quiero seguir navegando la vida con gozo, esperanza y gratitud. 


Ayúdame a enfrentar esta nueva jornada con las fuerzas renovadas.

Ayúdame a compartir con otros tu Palabra.


Te lo pido en el nombre de Jesús.

Amén


Abrazo para ti querido navegante que estás leyendo esta Bitácora. Oro para que Dios te sostenga y te bendiga cada nuevo día.


Gerwuer ⛵️

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