Un pequeño acto de bondad trae sanidad.
Un pequeño acto de bondad trae sanidad.
La Bitácora del Velero ⛵️
Soy Gerwuer el Marinero, al servicio del Buen Capitán del Velero. Día tras día navego por este Mar de la Vida con la mirada puesta en el Cielo.
Una nueva jornada puedo emprender por la gracia del Señor.
Antes de enfrentar este nuevo día me detengo para meditar en lo que dice La Biblia.
¡Qué importante es, cada mañana, poder apartar un tiempo para estar a solas con Dios!
Su misericordia se renueva y me ayuda para seguir avanzando.
Me hace bien escribir en esto que llamo “La Bitácora” que es como un diario de navegación. Este es el lugar donde registro algunos de mis pensamientos.
Hoy leo el libro de los Hechos en el capítulo 27 desde el verso 33 al 44.
Esto es lo que relata el pasaje:
“Cuando comenzó a amanecer, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo:
“Este es el decimocuarto día que veláis y permanecéis en ayunas, sin comer nada. Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud; pues ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá.”
Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y partiéndolo, comenzó a comer.
Entonces todos, teniendo ya mejor ánimo, comieron también.”
Es algo para destacar la buena actitud de Pablo en medio de la adversidad.
Es verdad que todos en esa embarcación estaban sufriendo. Hacia catorce días que no comían. Estaban aterrados y paralizados, pero las palabras de Pablo, su actitud amable, su gesto de bondad, fue de mucho ánimo para los demás.
Cuando la angustia, el temor, o la depresión nos invaden se nos quita el apetito y hasta perdemos la capacidad de ver o de escuchar con claridad. Todo queda obstruido por la niebla que nos invade en esos momentos de ansiedad.
¡Qué notable es la diferencia que puede hacer en la humanidad un simple acto de bondad!
Pablo habla y actúa con gran compasión. Aquel que en esos momentos era tan solo un prisionero, se pone al mando de la situación, mostrando misericordia y preocupación por la necesidad de toda la tripulación.
¡Cuánta bendición puede traer a la vida de otras personas un simple gesto de bondad!
Me quedo pensando
¡Qué gran cambio se puede ver a nuestro alrededor cuando dejamos de lado todo nuestro egoísmo y actuamos con amor!
¡Oh Señor, por favor, ayúdame porque puedo ver cuánto necesito cambiar! Necesito extender a otros la misma compasión que tú me has brindado.
¡Que no se me olvide mostrar tu bondad y tu amor a todos los que aún te rechazan como Salvador!
Ellos están ciegos y sordos pero entiendo que basta un solo gesto de bondad para que en tí puedan encontrar la verdadera sanidad.
Esto es algo en lo que debo pensar:
“Cuando la bondad forme parte de mi diario vivir, el ciego la podrá ver y el sordo la podrá oír.”
Recibe un abrazo bondadoso.
Gerwuer ⛵️
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