Día 186 - Un corazón latiendo entre cardos y espinos.

Martes ☀️🌡️11°
Hoy es 05 de Julio de 2022



La Bitácora de Gerwuer 📝 

"El Señor guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre."

Salmos 121:8

¡Aquí vamos una vez más!
Solo por gracia hoy puedo continuar.

Mi cuerpo hoy se siente cansado, porque ayer muchas horas he trabajado, pero mi alma se renueva, y puede seguir adelante, luego de pasar un tiempo escuchando la voz del buen Comandante.

El panorama para hoy se presenta igual. Mucho esfuerzo, mucho sudor, mucho trabajo de sol a sol.

¿Cómo enfrentas tú este día? ¿Estas creciendo en sabiduría? ¿Tienes tiempo para estar con el Señor? 

En parte, de esto se trata la vida debajo del sol. Trabajar y sudar para traer a casa el pan. Pero, mucho cuidado, porque:

LA VIDA NO ES SÓLO TRABAJAR.

El asunto es que aveces el trabajo, y lo material se vuelven lo principal. Hay quienes no buscan nada más. No piensan en otra cosa y al despertar, solo piensan en ganar más y más.

Si le damos lugar al afán y a la ansiedad terminaremos ahogados, asfixiados.

La Palabra de Dios, que en nosotros ha sido sembrada, no llega a producir nada. No se ven frutos, no se ven resultados, cuando estamos afanados y turbados. 

Esto ya lo decía Jesús en la conocida parábola del Sembrador que se relata en Mateo 13.

Jesús comenzó su historia diciendo que el Sembrador salió a sembrar su preciosa semilla, la cual fue llegando a diferentes terrenos.

Uno de estos era un terreno repleto de espinos. Veamos lo que sucedió:

Mateo 13:7
"Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron."

Más adelante Jesús aclara que la semilla es su Palabra que está siendo sembrada en los corazones de las personas y explica lo que ha pasado en cada terreno.

Veamos lo que dice sobre el terreno lleno de espinas:

Mateo 13:22
"El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa."

Es evidente que debo tener cuidado, los cardos y las espinas crecen por todos lados.

La semilla está siendo sembrada en mi corazón cada día cuando estoy a solas con el Señor. Su Palabra me llega también el domingo al estar en la reunión con el resto de la tripulación, pero si me descuido, si dejo de velar, los cardos y las espinas regresarán con afán y ansiedad.

Como dije al principio: ¡Aquí vamos! Tengo que hacerle frente a este día, con fe y con alegría.

No se lo que me espera más adelante, no sé con qué me encontraré, pero una cosa se: "Dios cuidará mi salida y mi entrada. Mi vida en sus manos está asegurada."

Gracias querido navegante por tu compañía constante en este viaje.

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Deseo que muchos más puedan conocer y seguir a Jesús como Capitán.

Aquí se despide Gerwuer ⛵️
¡Hasta la próxima!... si Dios lo permite.

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Proverbios capítulos 23 al 26

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