Día 104 - Como afecta tu vida lo que piensas y escuchas cada día.

Jueves 🌤️🌡️ 10°
"Los pájaros y los pensamientos son iguales. Solo permanecen a tu lado aquellos que alimentas a diario." Gerwuer

La Bitácora
Esta mañana desde muy temprano pude escuchar el canto de las aves. Con su melodía me van anunciando que el día está comenzando, pero hay una en particular que canta mejor que todas las demás y hoy me ha despertado antes de lo programado.

Cada día por estos lugares se escucha el canto de muchas aves, pero hay una entre todas ellas que canta de una forma muy bella. 

Es un ave muy madrugadora, se la escucha antes de la aurora.

Por esta zona también abundan unos pájaros que en lugar de cantar más bien saben gritar, parece que se quejan todo el tiempo al volar. Son los cuervos y con su constante graznido nos hacen daño a los oídos.

Todo esto me ha llevado a pensar que: 

En la vida nos podemos encontrar con personas que son alegres y agradecidas, aunque tengan muchas heridas y se vean incompletas, siempre sonríen y están contentas.

Hay personas que nos bendicen, nos alegran, nos animan. Cuando hablan nos cantan sus melodías y nos alegran la vida. 

Ayer hablé con una de ellas. Sus palabras me llenaron el corazón de nuevas fuerzas. Es una persona que vive agradecida aunque ha sufrido mucho en esta vida. 

Tristemente hay otras que se parecen mucho a los cuervos. Todo lo ven muy negro. Se quejan en todo tiempo y hasta chillan con su lamento. Van gritando a los cuatro vientos que nada los pone contentos. 

Los cuervos son aves carroñeras, se alimentan de los desechos que otros dejan. 

Hay personas que se parecen a estas aves, son ruidosas, quejosas y hasta tenebrosas, se alimentan de basura y siempre andan en cosas oscuras. Solo se rodean de maldad y de impiedad. 

Siguiendo con esto de las aves, he visto por aquí, que mucha gente les pone buenos alimentos y se esfuerza por cuidarlas. De esta, forma, sin atraparlas en una pequeña jaula, todos pueden disfrutar de sus dulces melodías cada mañana. 

Sabes, querido navegante, hay algo muy importante en esto de alimentar las aves. Muchas vuelan por todo lugar, pero solo visitan tu hogar aquellas que tú alimentas de manera regular.

"Los pensamientos, al igual que las aves, van y vienen por el aire, solo permanecen cerca aquellos que tú día tras día, alimentas."

Si en tu mente dejas que entren pensamientos de queja, ingratitud, amargura, temor y rencor. Solo escucharás el ronco graznido de los cuervos. 

Si los alimentas corres muchos riesgos. Mi madre decía este antiguo refrán:
"Cría cuervos y te sacarán los ojos."

Yo diría: "Cría solo malos pensamientos y no terminarás bien el cuento."

Si alimentas odio y rencor. Si dejas que a tu vida lleguen estas aves asesinas, te arrancarán el corazón. 

Hay pensamientos que debes espantar en lugar de alimentar.

Estos momentos a solas con el Capitán son muy buenos para escuchar la melodía de su dulce voz que trae paz al corazón y renueva la visión. Nos dan esperanza y nos ayudan a salir del arca.

Por si no lo recuerdas, fue antes de volver a poner un pie en la tierra, que Noé, abriendo la ventana del arca, envió dos aves.

La primera que envió fue un cuervo. Si, en el arca también estaban estas aves quejosas y ruidosas.

Lo mismo sucede en las congregaciones. Tenemos gente de todo tipo. Algunas cantan alegres y traen buenas noticias. Pero hay otras que solo publican los errores de los demás, critican, se quejan y hablan con perversidad. Parece que su mente se alimenta solo de suciedad.
 
¿Sabes que pasó con el cuervo una vez que del arca salió? Jamás regresó, encontró tanta carroña para alimentarse que no volvió para dar esperanza al resto de los que estaban en la Barca.

Luego, al ver que el cuervo no aparecía, Noé decidió enviar la paloma y está les trajo mucha alegría. 

Qué bueno es tener hermanos y amigos que con sus mensajes se acercan y nos alientan. Nos dan esperanza y nos ayudan a volver a poner los pies sobre la tierra después de haber enfrentado una dura tormenta.

Son esas amistades las que valen la pena y debemos cuidar. La vida nos alegran cuando a su lado salimos a caminar. Nos ayudan a pensar conforme a la verdad de Dios y esos pensamientos son los que debemos alimentar. 

Estoy convencido que cada día tenemos la posibilidad de seleccionar por donde ir, por donde caminar, a quién seguir, o a quién escuchar. Qué creer y qué rechazar. Lo que no podemos evitar es ser afectados para bien o para mal con aquello que en nuestro corazón dejamos entrar.

Si pasamos mucho tiempo escuchando a los cuervos terminaremos quejándonos como ellos y encontraremos placer en los desechos.

Si nos rodeamos de palomas mensajeras seremos estimulados a llevar por todos lados el mensaje de esperanza. 

Hay un par de personas que son un ejemplo para mí. Durante mucho tiempo estuvieron escuchando y siguiendo a una de estas "Palomas Mensajeras" un hombre que les hablaba un mensaje de esperanza.

Ellos lo escuchaban día tras día y se alegraban cuando el les decía que había llegado al mundo el tan esperado Mesías, el Cordero de Dios que traía una nueva vida. Aunque ellos todavía no lo conocían, se alegraban y esperaban verlo algún día.

Veamos cómo lo cuenta el libro del Capitán:

San Juan 1:6-9
"Llegó un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan.
Él vino a dar testimonio de la Luz para que todos los seres humanos pudieran creer.
Juan no era la Luz; él sólo vino a dar testimonio de la Luz.
La Luz verdadera que ilumina a todo ser humano entraba al mundo."

Este hombre era Juan el Bautista que, como la Paloma mensajera, anunciaba un esperanza venidera.

El pasaje sigue diciendo que Juan, con humildad, a todos les anunciaba que aquel que ahora llegaba era el mismo que toda la autoridad ya tenía desde el principio y realmente toda la gloria merecía.

Juan 1:15
"Juan dio testimonio de él, y a voz en cuello proclamó: «Este es aquel de quien yo decía: “El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo”»."

Juan tenía algunos seguidores pero hubo dos que le creyeron y le prestaron mucha atención.

Leamos como sigue la historia:

Juan 1:35-39
"Al día siguiente, Juan estaba allí otra vez con dos de sus seguidores.

Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo: —¡Miren, ese es el Cordero de Dios!

Los dos seguidores de Juan lo oyeron decir esto, y siguieron a Jesús.

Entonces Jesús se dió vuelta, y al ver que lo seguían les preguntó: —¿Qué están buscando? 

Ellos le dijeron: 
—Maestro, ¿dónde vives?

Jesús les contestó: 
—Vengan a verlo. 

Fueron, pues, y vieron dónde vivía, y pasaron con él el resto del día, porque ya eran como las cuatro de la tarde."

Estos dos que primero seguían a Juan, cuando conocieron a Jesús comenzaron a seguirle sin dudar. Fueron al final fieles discípulos del Señor, y todo gracias al humilde siervo que a su tiempo el cordero les mostró. Juan desapareció de la historia porque Jesús llegó. 

Es necesario que nosotros vivamos como Juan. Anunciemos la verdad aunque luego nadie nos recuerde. Eso no nos debe importar.

Lo importante es que Jesús llegue. Solo tenemos que hablar a otros la verdad.

Como alguna vez llegó a decir el mismo Juan, ahora yo digo con mis propias palabras:
"Es necesario que Jesús sea el que crezca y aparezca aunque sea yo quien desaparezca."

Recuerda la lección de hoy. Cría solo palomas mensajeras.  Alimenta esas palomas. 
No alimentes los cuervos o te dejarán ciego. 
Cuida los pensamientos. Sigue solo a los que te hablan la verdad del buen Maestro.

Saludos y a seguir navegando y escuchando el canto de los buenos pájaros.

Hasta la próxima
Gerwuer

Lectura Anual 📖
1 Reyes 17 al 19

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