Día 90 - ¿Escuchas la voz del Comandante?

Jueves 🌡️1°❄️🌨

Hoy es 31 de Marzo de 2022

Dios te está llamando, no lo rechaces.

Bitácora 📝 ⛵️ 

¡Vamos Navegante!

Hay que levantarse.

La alarma del despertador suena con fervor. Me dice que el sueño ya se termino. Bostezo, estiro los brazos, tengo ganas de seguir durmiendo, pero me levanto.

Aunque no me agrade este aparato ruidoso, la verdad que cumple muy bien con su función.

Si su sonido no fuera tan molesto lo más probable es que seguiría durmiendo.

Esta mañana, cuando la alarma suena, es como si el mismo Capitán me dijera:

¡Vamos Navegante! 

Hay que seguir adelante.

No te quedes dormido. 

Te habla tu Comandante.

Así que, aquí estoy, como un Boy Scouts ¡Siempre listo! pero para escuchar al Señor.

Algo interesante sucede con el clima de hoy por esta región. Realmente ya estamos en primavera, pero afuera nieva.

Cuando parecía que ya no hacía falta el abrigo, hoy amanecemos con todo el frío. Esto me recuerda que:

"Nunca me debo confiar cuando la situación parece mejorar. Si no tengo cuidado al caminar puedo resbalar en cualquier lugar"

Ahora mismo abro mi cuaderno con versículos y me encuentro con unas palabras preciosas del Buen Pastor, mi Capitán y Señor.

Juan 10:27

"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen"

Me imagino al Capitán diciendo:

"Mis Navegantes oyen mi voz y yo los conozco. Ellos se suben al barco cuando los llamo. 

Ellos me siguen y navegan conmigo a todos lados"

Es una hermosa ilustración.

Nosotros en esta embarcación navegamos con Jesús porque un día Él nos llamó. Escuchamos su voz y le seguimos. 

Así como hay ovejas que siguen a otros pastores, también hay navegantes que siguen a otros comandantes.

¿A quién sigues tú, mi querido navegante? 

Recuerda que puedes dejar tu comentario al final. Es hermoso saber que Navegas con el mismo Señor, aunque lo hagas desde otra región. 

Jesús muchas veces utilizó ilustraciones o ejemplos de la vida diaria para transmitir grandes lecciones de su Palabra.

En el capítulo 9 del Evangelio escrito por Juan se relata la historia real de un ciego que era despreciado por la sociedad. 

Los que pensaban que veían bien, lo menospreciaban, porque desde su nacimiento, este hombre, sufría el tormento de no poder ver nada de la tierra o el firmamento.

Lo asombroso es que, aunque no podía ver, si era capaz de creer, pero aquellos que físicamente veían, estos mismos eran los que no creían.

Necesitamos entender que Dios se interesa por aquel que puede creer aunque no pueda ver.

¡Esto es tan importante!

Por eso hago una pausa en el relato del ciego y me voy al libro de Hebreos:

Hebreos 11:1-7

"Es pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Porque por ella alcanzaron un buen testimonio los que vivieron en el pasado.

Por la fe entendemos que todo el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía.

Por la fe, Abel, ofreció a Dios un sacrificio mucho más excelente que el de Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios ese testimonio de sus ofrendas; y aún estando muerto, habla por ellas.

Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe"

Que bueno es hacer como un repaso de los hombres que anduvieron movidos por la fe y ver que entre ellos se encuentra Noé.

Me pregunto si algún día otros verán una lista donde nuestros nombres figuren también.

Ahora, volviendo al hombre que era ciego, si he leído bien el pasaje de Hebreos, puedo entender por qué Jesús lo buscó. 

Si hay algo que Dios no ignora es la fe de un hombre cuando ora. Si hay algo que el Señor aprecia y valora es la fe de aquel que reconoce su incapacidad de ver, pero aún así, puede creer.

Cuando Jesús encuentra el corazón de un verdadero creyente, entonces lo llama para que venga al frente.

Este pobre ciego es una de las ovejas que escucharon su voz y por fe recibieron una visión superior. 

Cuando los religiosos de aquel tiempo se enteraron del milagro, en lugar de ver a Jesús como el Mesías tan esperado, lo que hicieron fue atacarlo, intentaron desacreditarlo.

Esto es lo que los religiosos hablaron sobre Jesús:

Juan 9:29

"Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero con respecto a ése, no sabemos de dónde viene"

Entonces, el que era ciego, habló con pasión para defender a Cristo, el Señor:

Juan 9:30

"Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que ustedes no sepan de dónde viene, pero a mí me abrió los ojos"

El Ciego con valor luego agregó: 

Juan 9:33:

"Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer"

Por estas palabras lo expulsaron de su religión, pero eso no le importó porque Jesús lo recibió y vida eterna le dió.

Dime querido navegante si hoy escuchas la voz del Comandante.

Él te llama para que te levantes.

Él quiere transformar toda tu vida.

Él te dice: ¡Sígueme! 

¡Vamos, sube a bordo!

La Barca te espera. 

No seas tan solo un visitante de domingo. Da un paso al frente, se sabío, sé inteligente. 

Entrégame toda tu vida, alma cuerpo y mente. Quiero que seas un tripulante consagrado y comprometido!. ¡Pon tu fe en mí! Eso es todo lo que te pido.

Recuerda, si hay ovejas, hay un redil, y si hay un redil, es que hay un pastor que cuida de sus ovejas con mucho amor.

Si hay marineros a tu alrededor, es que en el puerto hay una embarcación. Si hay navegantes es que hay un Comandante. 

Deja de dudar, busca al Capitán y sube a la Barca del Señor donde encontrarás la verdadera salvación.

Hasta la próxima.

Gerwuer

Lectura Anual 📖

1 Samuel 24 al 27