Día 89 - Vive como el girasol.

Miércoles 🌧️🌡️2°
Hoy es 30 de Marzo de 2022
Mira siempre hacia la luz del Sol.

Bitácora 📝⛵
Esta mañana, antes de comenzar a escribir la Bitácora, me dirijo hacia la ventana, la abro y solo veo oscuridad. 

El cielo está muy nublado, el sol no se ha levantado. La lluvia llegará por estos lados.

Una brisa fresca me llega del mar y solo escucho las olas en su constante galopar. Ellas vienen y van. No se cansan jamás.

Estamos a mitad de semana. Seguimos navegando y el trabajo nos espera. Algunas veces las fuerzas nos faltan y se hace difícil seguir pero como dije ayer no nos debemos rendir.

Permanecer en la fe es nuestro deber. Perseverar y avanzar hasta la meta alcanzar. Con gozo y con esperanza, cada día debemos navegar sin temor a naufragar.

No sabemos que nos espera más adelante en esta carrera de la vida, por eso siempre debo estar atento y con los ojos bien abiertos.

Yo sé que se pueden presentar dificultades por el camino, sé que muchas veces los vientos, como asesinos, vienen de frente para destruirnos. 

Para poder resistir en el tiempo de aflicción y permanecer firme ante la prueba que tanto altera mi emoción, entiendo que debo buscar desde temprano al Señor, porque solo en Él encuentra paz mi corazón.

Como cada mañana, hoy también decido acudir al Capitán de la Barca. Pretendo que su Palabra renueve mi manera de pensar y me preparé para todo lo que pueda traer el mar.

Algunos que me conocen ya saben que atesoro refranes. Me encantan los versos, los proverbios y los aforismos diversos de algunos pueblos. 

Hoy quiero compartir unas palabras que dicen así:

"Vuelve tu rostro hacia el sol, entonces las sombras caerán detrás de ti"

¡Qué importante lección para recordar! 

"Mira siempre hacia el Sol de justicia y brillará tu corazón sin malicia. Estar a tu lado será una delicia"

Hay quienes siempre miran hacia la luz del Sol y se los reconoce porque tienen brillo en sus ojos. Una sonrisa marcada en sus labios y una mano extendida para ayudar al alma afligida. 

Otros siempre miran hacia la oscuridad. Una sombra de muerte los cubre y su mirada es fatal. Cuando te acercas, terminas mal. Te contaminan con su impiedad.

Entiendo que debo ser como el girasol que siempre mueve su flor buscando la luz del sol. Debo mirar hacia Jesús, el Señor, y entonces las tinieblas huirán, no me afectarán ni me detendrán.

Me satisface saber que Jesús es la Palabra encarnada. Es el verbo divino que dió origen a todas las cosas desde el principio. 

Cuando medito en lo que dice la Biblia estoy llenando mi vida con aquella luz divina. Mi rostro brilla, mi alma se renueva y su Espíritu me llena.

Abro el Libro del Capitán y sigo con la lectura de la historia de Noé.

Génesis 7:17-19
"Entonces vino el diluvio sobre la tierra por cuarenta días, y las aguas crecieron y alzaron el arca, y ésta se elevó sobre la tierra.

Y las aguas aumentaron y crecieron mucho sobre la tierra; pero el arca flotaba segura sobre la superficie.

Tanto aumentaron las aguas sobre la tierra, que al final fueron cubiertos todos los montes más altos que hay debajo del cielo"

Finalmente sucedió lo que el mundo no creyó. El agua llegó tal como se anunció. Fuera de la barca nadie se salvó.

Todo lo que tenía vida pereció. Familias enteras con niños pequeños. Animales y todo lo que en la tierra quedó el agua lo destruyó.

Todo esto queda registrado como advertencia. Dios castigará el peor pecado de la humanidad, es decir la incredulidad.

Estoy seguro que Dios no deseaba que la humanidad quedara sepultada por las aguas del diluvio, como tampoco desea que el hombre de hoy muera sin creer en Jesús como Salvador.

Ya vimos el capítulo seis donde el texto sagrado dice que a Dios le dolió en el corazón ver la maldad de la población, pero no quedó otra opción, no había solución. Por causa de tanto pecado vino la destrucción. Los pensamientos del hombre eran solo corrupción.

Dime querido navegante... 
¿No ves tú lo mismo en el día de hoy? ¿No ves que la gente rechaza todo lo que dice Dios?
¿Qué piensas que pasará si el hombre sigue viviendo con toda su maldad y su incredulidad?
Puedes dejar tu comentario al final.

Termino en esta mañana mirando al Sol desde mi ventana, pero lo hago por medio de la fe, porque las nubes todo lo cubren otra vez y por ahora físicamente no se puede ver.

Aunque sus rayos no los pueda sentir yo sé que el sol sigue estando aquí. Pronto volverá a brillar por eso he decidido ignorar la lluvia que cae sobre el mar y no me dejaré intimidar si ruge la tempestad. El Capitán a mi lado siempre está. Dios no me dejará.

Hasta la próxima
Gerwuer

Lectura Anual 📖
1 Samuel 21 al 23

Comentarios

  1. La maldad se ha multiplicado y sólo nos resta esperar con gozo la venida del Señor.

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