Día 88 - ¿Qué está viendo Dios?

Martes ☁️🌡️6°

Hoy es 29 de Marzo de 2022

Bitácora 📝⛵

El amanecer de un nuevo día me lleva a pensar que la misericordia del Señor se ha renovado una vez más. Esto es maravilloso.

La puerta de la gracia sigue abierta para todo aquel que todavía no está a salvo. Por lo tanto hoy seguimos llamando e invitando a los que deseen entrar en este gran barco.

Nuestra nave sigue su curso. Vamos proclamando la verdad en el mar y en el puerto, lo hacemos en todo lugar y en todo tiempo.

Como cada día, hoy vuelvo a buscar la quietud y la calma estando a solas con el Capitán.

Hay una palabra que desde hace unos días está dando vueltas por mi cabeza y es la siguiente: "Resiste".

Hoy vuelve a mi mente, pero de una forma diferente y me dice: "Permanece".

Si busco una definición encuentro que resistir es soportar, aguantar, tolerar, o sufrir. 

Por ejemplo se podría decir que:

Resiste aquella embarcación que se mantiene firme contra el turbión, contra el viento y la marea que intenta arrastrarlo en otra dirección.

Permanecer es continuar en un mismo sitio, seguir firmes en una postura, una manera de pensar. 

Permanecemos cuando nos quedamos esperando en el mismo lugar, pero también cuando no abandonamos una amistad o una relación por más que se vuelva difícil la situación.

Resistir, permanecer, perseverar son todos sinónimos de no abandonar, siempre y cuando sepamos que estamos seguros, a salvo y en dónde Dios mismo nos ha colocado.

No debo permanecer en el error, No debo permanecer en la maldad.

No debo permanecer en una embarcación si me lleva en una dirección contraria a la que Dios en su Palabra ya me mostró.

Solo debo permanecer en Cristo, en la verdad y en el amor.

Pienso en Noé y todo lo que he leído en estos días. 

Como ya vimos, el relato Bíblico dice que Noé caminó con Dios, pero pasado el tiempo, se mantuvo con Dios. En otras palabras se puede afirmar que:

Noé permaneció con Dios. 

No abandonó a Dios ni dejó de cumplir con la Misión.

Fue obediente y no se dejó desanimar por las palabras hirientes de la gente.

Los incrédulos siempre nos querrán atemorizar con sus dudas y tratarán de convencernos que nuestra fe es una locura.

Lo interesante es descubrir que, al permanecer, podemos desarrollar una buena amistad con Dios y teniendo comunión con Él, como lo hacía Noé, estaremos muy bien, confiados que nos ha de sostener. Ya no hay nada que temer.

Me encanta esta idea de ser amigos de Dios. Caminar a su lado nos permite saber que ya tiene todo planeado.

Dios sigue interesado en sus criaturas y no deja de observar al ser humano. Él conoce en profundidad nuestra vida en la intimidad. 

Dios sabe cuando una persona le busca con sinceridad. Si alguien quiere amistad con Dios la puede encontrar sin dudar.

Pensando en esto, encuentro que son muy apropiadas unas palabras de Eliú, quien le habló a Job diciendo que Dios mira a los hombres y si alguno reconoce su condición y le pide perdón Dios le extiende la salvación.

Así dice el pasaje:

Job 33:27-30

"El mira sobre los hombres; y al que dijere: "Yo pequé, y pervertí lo recto, y esto no me ha aprovechado"

Dios rescatará su alma para que no quede en la tumba y su vida se verá en luz."

Como aquel buen padre de la parábola que cada día salía a mirar si su hijo pródigo había decidido regresar, de la misma forma Dios mira al ser humano. 

El que se humilla y regresa se encuentra con su abrazo.

Dios todavía extiende su mano para salvar a todos los que perdidos están.

¿Pero qué pudo ver Dios en tiempos de Noé?

Lo mismo que ha visto siempre en la humanidad y lo ve hoy en la actualidad: dureza, incredulidad, orgullo y maldad. 

David dice en uno de sus salmos lo que Dios está mirando:

Salmos 14:2-3

"El Señor miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido que buscara a Dios.

Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno".

Por eso ya vimos que Dios dijo basta. Hasta aquí llegaron. 

No voy a seguir tolerando el pecado. 

Esta lección debería ser un llamado de atención para todos los que en el día de hoy siguen navegando a su antojo sin escuchar la voz de Dios.

Como dije ayer lo repito hoy.

La puerta se cerrará y esperanza ya no habrá. Para algunos esa puerta se cierra cuando se les termina la vida en la tierra.

Hoy todavía se está extendiendo la oportunidad y es mi oración poder ver qué uno más llega a los pies del Señor pidiendo perdón y salvación.

¡Qué alegría y emoción hay en la embarcación cuando un alma es rescatada del juicio y la condenación! 

Ruego que la gracia de Dios se extienda para aquellos familiares y amigos que todavia no sea han subido a la barca del Señor.

Hasta la próxima.

Gerwuer

Lectura Anual 📖

1 Samuel 18 al 20