Día 61 - El hombre que navegaba con Dios y desapareció.

Miércoles ☀️🌡️1°
Hoy es 02 Marzo de 2022

Bitácora 📝⛵
¡Qué maravilla ver que el sol nuevamente brilla!
Me hace bien comenzar así un nuevo día y me da mucha alegría cuando los rayos de este precioso astro entran por mi ventana.

El pronóstico anuncia que tendremos una buena semana. 
Tal vez veamos el Sol cada día, lo cual también se aprovecha para cargar las baterías. Es verdad que muchos se benefician y reciben su poder cuando sol se asoma y se deja ver.

Todo esto que acabo de decir me lleva a pensar en la bendición que trae a nuestras vidas el poder exponernos diariamente a esa gran Luz que siempre Brilla. Me refiero al Sol de Justicia del que hablaba Malaquías.

Mi Señor es el Sol de Justicia y pasar tiempo a su lado renueva mis fuerzas, me sostiene en las tormentas, me ayuda a orientar bien las velas. 

Hoy quiero retomar la lectura de su Gran Libro. Seguimos en Génesis capítulo cinco. 

Escuchar al Capitán es lo que me guía en esta vida, mientras navego con Él hacia mi destino, siguiendo tan solo su Camino.

Querido Navegante que lees la Bitácora, te animo a seguir adelante con la lectura del Libro del Capitán.

Sí, sí... lo sé bien, algunas partes son muy difíciles de entender. Comprendo, como decía ayer, que nuestra mente puede considerar que algunos pasajes son aburridos, son repetitivos, son confusos y tal vez hasta nos cuesta creer que sean verdad o que estas cosas puedan suceder. Por eso es que necesitamos navegar por medio de la fe, solo debemos leer y creer.

Todos los Navegantes deben saber y aceptar que La Biblia está escrita por inspiración de Dios y que es útil, es importante, y es muy edificante.

Antes de abrir el Libro, busco al Capitán en oración y le pido que me ayude a leer y entender esta porción:

Oh mi Señor, solo tú eres verdadero y por siempre eres fiel, por eso ahora te ruego como lo hacía el Salmista:
"Abre mis ojos para que pueda ver las verdades maravillosas que se encuentran en tu ley" 
Salmo 119:18

Génesis 5:18-24
"Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc.

Después del nacimiento de Enoc, Jared vivió ochocientos años más y tuvo otros hijos y otras hijas.

En total Jared vivió novecientos sesenta y dos años y murió.

Enoc tenía sesenta y cinco años cuando fue padre de Matusalén.

Después de haber engendrado a Matusalen, Enoc caminó fielmente con Dios durante trescientos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas.

En total, Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años.

Durante todo ese tiempo Enoc caminó con Dios y de pronto un día desapareció porque Dios se lo llevó."

¡Oh, qué tremenda experiencia!
Me emociono de solo pensarlo. Esto es algo extraordinario. Enoc fue un hombre que durante muchos años caminó en comunión con Dios. 

Estoy convencido que Enoc era un ser humano como tú y como yo. 

La Biblia nos enseña que todos hemos pecado y por ese motivo estamos separados de Dios. 

Sin dudar puedo decir que Enoc había nacido como todos en su generación, separado de Dios por el pecado de sus antepasados, pero en algún momento creyó en las verdades que le enseñaron. 

No sabemos cómo sucedió, pero algo pasó en la vida de Enoc.
Pienso que hubo un momento en que Enoc se dió cuenta que iba en la dirección incorrecta. 

Por decirlo de otra manera, yo creo que Enoc le entregó el Timón de su vida a Dios y esto cambió la dirección de su embarcación.

Te hago una pregunta:
¿Le has entregado el Timón de tu vida al Señor o sigues navegando por donde te lleva el viento, siguiendo tus instintos y tus pensamientos?

Volviendo a Enoc, la verdad, no se me ocurre pensar que este hombre era alguien perfecto, escogido y especial. Tampoco puedo pensar que en su vida nunca llegó a tropezar. 

Solo puedo ver, por lo que el relato me cuenta, que cada día vivía buscando la mejor compañía.

Se podría decir que fue sabio al elegir el mejor amigo que pudiera existir. 

No puedo dejar de preguntarme:
¿Qué estoy haciendo yo en estos momentos? 
¿Con quien camino cada día?
¿Hacia dónde se dirige la Barca de mi vida?
¿Los que me ven pueden decir que soy una persona que cada día camina con Dios?

Recuerdo claramente el día en que reconocí que mi vida no iba en la dirección correcta. Hubo un momento en que le entregué al Señor el Timón de mi nave. Desde ese día Él es quien mi embarcación dirige y gobierna, aunque admito que por momentos he seguido mis instintos guirando la nave en otro sentido, pero su gracia tiempo me ha socorrido y he regresado a su camino.

Quiero navegar cada día junto a mi Capitán y que al final de este recorrido me encuentren abrazado a este precioso Libro que Él mismo ha dejado inspirado.

Se me ocurre pensar que, si de pronto, una mañana el mensaje de la Bitácora no te llega, si pasan los días y estos mensajes ya no los recibes, tal vez sea porque me he marchado con el Capitán al otro lado.

Espero verte ese día también a ti morando en la presencia del Señor. Entonces sabré que, como Enoc, tú has caminado cada con Dios.

Hasta la próxima.
Gerwuer

Lectura Anual: 📖
Deuteronomio 22 al 25


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