Día 50 - Puedes brillar aunque estés partido.

Sábado🌦️🌡️ 4°

Bitácora 📝⛵

Me despierto y recuerdo que un pensamiento ayer daba vueltas por mi mente, como esos pájaros que vuelan sobre mi cabeza. Lo pensé y de inmediato lo atrapé para que no se me escape:

"Mi vida es como un espejo donde se mira el Señor mientras más limpio estoy mejor su reflejo doy"

Algunos de los tripulantes que navegamos en esta Barca hoy hemos comenzado temprano porque tenemos que cumplir con el trabajo. Mañana ya descansamos.

Seguimos recorriendo un nuevo tramo en este viaje de la vida que hace un buen tiempo zarpamos.

Hoy se cumplen los primeros 50 días desde nuestra última partida.

Una de las primeras cosas que hago cuando me levanto, casi como un acto reflejo, es pasar por el baño y lavarme bien la cara. Me miro en el espejo y puedo ver las marcas que ha dejado el paso del tiempo. 

Vuelvo a pensar en la frase que puse al comenzar...

"Mi vida es como un espejo donde se mira el Señor mientras más limpio estoy mejor su reflejo doy"

¿Cómo está mi vida hoy?

¿Cómo está mi corazón?

Si me mira el Señor ¿Puede ver en mi su resplandor?

No puedo evitar pensar que cada día debería hacer con mi ser interior lo mismo que hago con el exterior. Así como lavo mi rostro al levantarme, también debería lavarme y purificarme en la presencia del Señor. Debo recurrir a esa sangre que en la Cruz vertió y pedir que limpie toda suciedad que se pueda encontrar en mi alma, mente o corazón. Solo así podré brillar mejor.

Hablando de brillar mejor, recuerdo una frase que alguien escribió:

"La Luna siempre nos enseña que no hace falta estar enteros para brillar"

¡Qué bueno es saber que aún puedo volver a brillar a pesar de todo! No estoy entero, lo se, porque me he partido al caer tantas veces, pero por su gracia sigo en pie, y por Él puedo brillar otra vez.

Pero debo tener muy presente esto que acabo de decir. Es que al igual que la luna yo no brillo con luz propia. Es el Sol quien a la luna le permite brillar y destacarse en medio de la oscuridad. 

Si algo se interpone entre el sol y la luna entonces ella desaparece. No tiene nada de que envanecerse. 

Esto es algo que no me debo olvidar. Soy como un espejo quebrado y partido. Soy como esa media luna que veo en el cielo cuando todo ha oscurecido.

 

Aunque esté partido puedo reflejar el rostro del Señor, si limpio estoy. Aunque esté a medias puedo brillar si ningun pecado se interpone entre mi corazón y el Espíritu de Dios. 

No hay nada de qué me pueda jactar o enorgullecer. Todo es tan solo por Él... que nunca se me olvide o dejaré de resplandecer.

Todo esto me recuerda aquellas palabras que el Maestro dijo a los primeros Navegantes:

Mateo 5:14 al 16

"Ustedes son la luz para este mundo. Una ciudad en lo alto no se puede esconder.

No se enciende una lámpara con la intención de ponerla debajo de un cajón; antes bien, se la pone en un lugar bien alto, para que alumbre a todos los que están en la casa.

De la misma forma procuren que la luz pueda brillar en ustedes delante de la gente, para que viendo todo el bien que saben hacer, glorifiquen y alaben a Dios el Padre que está en el cielo"

Nosotros no somos la luz. 

No tenemos luz propia. 

No brillamos por el esfuerzo, el talento o las cosas que hacemos.

Nuestra luz para el mundo solo puede ser evidente si estamos frente a frente de aquel que brilla eternamente.

Si ningún pecado se interpone entre el Señor y nosotros entonces brillaremos aunque no lo notemos.

Jesús es la única fuente de Luz verdadera y el que le sigue brillará porque a su lado está.

Él Señor habló en una oportunidad y dijo con toda claridad:

Juan 8:12:

"Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida."

Me anima mucho en verdad el saber que por Él puedo brillar, a pesar de estar roto, partido y con muchas carencias, a pesar de ser despreciado o rechazado, si Jesús está a mi lado y si he confesado todos mis pecados, entonces sin darme cuenta brillaré y le glorificaré 

¡Oh, cuánto deseo que así sea!

Hasta la próxima

Gerwuer ⛵

Lectura Anual: 📖

Números 25 al 27