Día 34 - Me he dormido pero el culpable es el despertador.

Jueves 🌧️🌡️ 6°

Bitácora 📝⛵
Hoy es Jueves 3 de Febrero.
El día ha comenzado pero mi despertador me ha fallado. Este aparato no ha sonado, no ha obedecido a lo que yo le había pedido.
Por su culpa me he quedado dormido.

Existen algunos aparatos modernos a los que tú les puedes dar una orden: 

-"Despiértame a las 5 de la Mañana"  

y el aparato con dulce vos te responde... 

-"Alarma programada, te despertaré a las 5 de la mañana"

Mi despertador es normal y lo debo programar en forma manual para que haga mi voluntad.

Como dije al principio el despertador hoy me falló...

¿Quieres saber quién ha tenido la culpa y por qué este aparato no ha cumplido con mi mandato? 

El culpable he sido yo. Me olvide de programarlo.

Pienso que suena un poco ridículo echarle la culpa al despertador por algo que yo no hice de la manera correcta.

En el caso de Adán y Eva todo es muy diferente. Ellos eran personas con vida propia. Fueron creados a imagen y semejanza del mismo Dios y Señor es decir que ellos eran libres para decidir. No eran aparatos que se podían programar.

Esto que acabo de decir es muy importante porque nos permite entender que:

Los seres humanos somos responsables por las decisiones que tomamos.

Adán y Eva recibieron completa libertad para hacer lo que quisieran, como quisieran y cuando quisieran pero la libertad siempre tiene sus riesgos.

Uno puede decidir marchar por el camino del bien o por el camino del mal. Lo que no se puede evitar es lo que viene al final.

En el Jardín Dios puso un árbol de la Vida cuyos frutos tienen la virtud de sanar y prologar la existencia por la eternidad.

También puso un árbol para adquirir el conocimiento del bien y del mal. Al comer de su fruto se obtiene con gran facilidad una sabiduría que está fuera de lo normal, esto suena como algo muy atractivo, misterioso y poderoso pero la verdad es que sus frutos traen ruina, dolor, destrucción, separación, muerte física y mucho más.

El Malvado enemigo se vistió como un animal de la creación que Adán y Eva debían cuidar. Les guió hacia la fruta prohibida y les hizo el cuento. 

El muy perverso con gran astucia engañó a Eva, alterando sus sentidos y haciendo que ella escogiera lo que no era debido.

En la actualidad se sigue disfrazando y hasta se puede aparecer como un ángel de luz, si es necesario o puede vestirse de cualquier cosa para ocultar su verdadera personalidad.

El asunto principal que quiero resaltar es que el hombre y la mujer no son aparatos programados. Los dos árboles en el huerto solo estaban para probar la obediencia de los primeros seres humanos. Si ellos escuchaban a Dios y le creían se salvarían. Si por el contrario rechazaban su Palabra y dudaban de su enseñanza se perderían y nadie puede culpar a Dios por los pasos que ellos siguieron.

La desobediencia siempre trae sus dolorosas consecuencias. Esto es algo que no se puede evitar.

Leemos el libro del Capitán

Génesis 3:16-19
"A la mujer Dios  le dijo:
-"Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con sufrimiento los darás a luz. Desearás controlar a tu marido, pero él tendrá autoridad sobre ti."

"Al hombre le dijo:
-"Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida.

La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres.

Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues polvo de la tierra eres y en polvo te convertirás."

Esta mañana  el Capitán me recuerda que, mientras navego por el mar, siempre debo tener mucho cuidado con escuchar el canto de la sirena. Ella me quiere desviar.

Que no me deje engañar por su propuesta seductora.

Soy libre de escuchar y seguir la voz de mi Señor o escuchar lo que dicta mi corazón. Pero no soy libre para elegir lo que me sucederá por rechazar la verdad. 

Si me dejo llevar por otra cosa distinta y hago lo que mis emociones o sentimientos me dictan voy a lamentar por siempre el haber sido incrédulo y desobediente.

Hasta la próxima.
Gerwuer

Lectura Anual: Levítico 13 al 14