Día 157 - La Sabiduría de la hormiga.

Lunes ☁️🌡️16°
Hoy es 06 de Junio de 2022


La Bitácora de Gerwuer 📝
"Oh perezoso, mira a la hormiga, observa como camina, y sé sabio"
Proverbios 6:6

¡Buenos días para todos los marineros! Aquí estamos en este viaje con destino al cielo.

Comenzamos una nueva semana y seguimos con la mirada puesta en las cosas de arriba.

Recuerda, querido navegante, que estamos buscando la sabiduría y como dice el versículo de hoy, podemos encontrar sabiduría si nos detenemos para mirar una pequeña hormiga.

¿Qué hace una hormiga?
¿Te has detenido a pensar en su estilo de vida?

Es tan solo un pequeño insecto, que muchos pueden ignorar en su diario caminar. 

Es verdad que, si está sola, se la puede aplastar con un solo dedo, pero no es lo mismo cuando está reunida con todo el hormiguero. 

Las hormigas están en todo lugar y tienen algunas características sorprendentes que ahora mismo no me puedo detener a nombrar en su totalidad, pero te animo a que la observes y como dice Salomón, que trates de encontrar sabiduría para tu vida y tu situación.

Hoy solo quiero mencionar que la hormiga es hipersocial. Vive en una comunidad muy organizada. Nunca encontrarás una hormiga que viva sola. Eso, para ella, no funciona.

Si, ya sabemos que es trabajadora, es previsora, es fuerte, y luchadora, pero sobre todo es colaboradora. Es fabuloso ver cómo todas se ayudan para traer buen alimento al hormiguero.

Si alguien les ataca, si alguien se atreve a poner un pie sobre su terreno y les aplasta, de inmediato salen las demás como guerreras a defender a sus compañeras.

¡Oh, cuánta sabiduría se encuentra en estas pequeñas hormigas!

Tal vez no lo has notado pero sucede lo mismo con el Velero del Capitán. 

Todos los que navegamos en este barco nos ayudamos, nos animamos, nos defendemos y nos amamos.... 

"-¡¿He?! nooo.. eso sí no te lo creo ¿Seguro?... ¿En verdad se aman?"

Bueno... algunas veces también nos peleamos... somos humanos... pero, con la ayuda del Señor, también nos reconciliamos porque, sobre todo, somos hermanos.

Pero la verdad es que, en el Velero, muchos juegan tan solo de visitantes. Son solo pasajeros inconstantes. 

Son esos que suben cada domingo, observan, critican. Vienen, encuentran los errores, generan problemas y algunos hasta molestan al resto de la tripulación.

Nunca se integran. No colaboran. Se mantienen al margen. No luchan a favor del Comandante.

Como digo, muchos vienen, miran, escuchan y se van, pero no se identifican con los demás. 

Pero, aquellos que son marineros consagrados al Comandante, se entregan de lleno a la tarea de ayudar a los demás para seguir adelante. Tienen presente la misión y procuran ayudar al resto de la tripulación. ¡Esos sí que son una bendición!

Esto lo pude ver ayer en la reunión que tuvimos con toda la congregación. ¡Qué hermoso tiempo en comunión!

Esta embarcación en la que nos encontramos ha cumplido los primeros 40 años. 

Ayer tuvimos una celebración especial dando gracias al Capitán.

Así como Salomón nos dice que miremos a las hormigas, el salmista nos anima para que miremos la Congregación reunida:

Salmos 133:1-3
"Vean: ¡qué bueno y qué precioso es convivir los hermanos juntos y en armonía!

Es como ese perfume exquisito en la cabeza, que baja por la barba; la barba de Aarón, que desciende hasta el borde de sus vestiduras.

Es como el rocío del Hermón que baja sobre las colinas de Sión, pues allí envía el Señor bendición y vida eterna."

Oh sí, mi querido hermano, mi querido amigo. No es bueno perderse la bendición de estar compartiendo con el resto de la tripulación.

Para los que ayer decidieron participar de la reunión, fue un tiempo de alegría y bendición. 

En nuestro caso fue un día que no volverá ya que 40 años no se cumplen dos veces. 

Los que faltaron, los que siguieron otros intereses, los que se quedaron en sus aposentos, se perdieron el privilegio, el gozo y la bendición que Dios derrama sobre toda su congregación en cada reunión.

Si eres solo un visitante de la embarcación te animo a examinar tu corazón. Tal vez no has tenido un verdadero encuentro con el Capitán y cuando llegue el día final quien sabe a dónde te encontrarás.

Termino la Bitácora de hoy animando a todos a seguir congregados, integrarse a la comunidad y servir a los demás.

Si no tienes a Cristo en el corazón, si no eres miembro de su tripulación, si te has alejado y navegas separado, te animo a dejar de remar solo. Detente a reflexionar. Sé sabio. Considera que Dios te está buscando.

Es tiempo de dar la vuelta y responder a su llamado.

Mi oración es que Dios hable hoy a tu corazón y tu le sigas con devoción.

Hasta la próxima, si el Capitán lo permite.

Te saluda Gerwuer ⛵️

Lectura Anual 📖
Salmos 17 al 20

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