Día 136 - Cansado de remar.

Lunes 🌤️🌡️11°
Hoy es 16 de Mayo de 2022


La Bitácora de Gerwuer 📝
Comienza una nueva semana y admito que muchas veces no tengo fuerzas, no tengo ganas de seguir navegando, seguir remando y remando contra la corriente.

Mi vida es así. Navego y navego, semana tras semana, subido a la barca del Capitán. 

En el mar tenemos días de serenidad y días de tempestad. Las olas vienen y van. Por momentos nos golpean y nos quieren desanimar, pero otras veces vuelve la calma y navegamos en completa paz. 

Así es la vida para todos. Entramos al mundo para navegar. Unos navegan solos y otros navegan con el Capitán. Unos se rinden tristes y otros por la fe persisten.

Unos se dejan llevar por donde sopla el viento y otros luchan por seguir con la mirada puesta en el firmamento.

Unos tienen muy claro el camino, navegan confiados y tranquilos porque saben que el cielo es su destino. Por momentos se les hace difícil mantener el ritmo y seguir avanzando porque la corriente los quiere arrastrar en sentido contrario.

Mirando el mar debo reconocer que son muchos más los que navegan sin saber hacia dónde van. Creen que están seguros porque los lleva la corriente pero no entienden que el final es deprimente. 

Cuanto más te alejas de Dios mayor es el terror y la oscuridad a tu alrededor. El día final será tristeza, llanto y ansiedad.

Amigo que hoy lees la Bitácora, es verdad todo lo que acabo de mencionar. Tú también navegas por el mar, día tras día, aunque tal vez, no te has dado cuenta todavía.

Así es la Vida. Nacemos para remar y remar, crecer, conocer al Capitán, obedecerle y hacer su voluntad, luchar diariamente contra la corriente, o tan solo dejarnos llevar como hace la mayor parte de la gente.

Así es la Vida...
lo digo una vez más y observo que no hay salida de este mar hasta que llegamos al día final.

En el mar se sienten las sacudidas. Las tormentas nos afectan a todos por igual, la única diferencia la hace contar con la presencia del Capitán. 

Solamente el domingo es cuando llegamos al puerto, bajamos caminamos, disfrutamos con los hermanos en la reunión, pero luego hay que regresar a la embarcación.

¡Qué alegría y cuánta bendición se comparte con la familia de Dios!

Ayer fue un hermoso domingo con toda la tripulación. 

Fue para mí algo muy especial el poder escuchar por primera vez a un joven y querido navegante. 

Le dieron la oportunidad de pasar al frente y compartir por primera vez el mensaje del Capitán.

Muchas veces he visto a este joven sirviendo a los demás, con simpatía y con humildad. Suele estar parado en la puerta, dando la bienvenida a los que nos vienen a visitar, pero ahora a todos nos pudo predicar desde el Libro sagrado y me encantó poder verlo al frente parado. Deseo que siga creciendo y sirviendo siempre al Maestro. 

Qué pena que algunos se lo perdieron y no escucharon el mensaje que tanto bien nos hace.

Cuando nos descuidamos y faltamos a estos encuentros del domingo, porque preferimos hacer otra cosa en lugar de estar con todos los hermanos, la verdad es que poco a poco nos enfriamos y nos desenfocamos. 

Es como apartar una brasa del resto que sigue ardiendo, poco a poco esa brasita sola pierde el brillo y su ardor se va extinguiendo. Con el tiempo, si no regresa, se apaga por completo. Se vuelve oscura y mancha todo lo que toca. 

Algo importante que toda brasa debería saber es que, si vuelve a su lugar con las demás, arderá por gracia y con gran intensidad.

En la Bitácora de hoy no puede faltar el Libro del Capitán, por eso antes de terminar quiero compartir unas palabras que tantas veces me han animado a no dejar de encontrarme con los hermanos.

Son estos versos los que me recuerdan que debo seguir remando y avanzando:

Hebreos 10:23-25
"Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.

Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuando vemos que aquel día se acerca."

El escritor aquí se refiere a la segunda venida del Señor y más adelante, en este mismo capítulo nos dice que no perdamos la confianza y sigamos navegando aunque los vientos contrarios sigan soplando:

Hebreos 10:35-39
"No pierdan, pues, su confianza, que tiene una gran recompensa, ustedes necesitan la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengan la promesa.

Porque aún falta un poquito, y aquel que ha de venir vendrá, y no se tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si llegara a retroceder, mi alma no se podría agradar de él.

Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma."

Querido Navegante:
Si sientes la tentación de aflojar y dejar de navegar junto al capitán.

Si has pensado que no vale la pena continuar con la misión de rescatar a los que van perdidos en el mar.

Si te haz apagado y no tienes luz ni sal para dar a los demás, detente y vuelve a escuchar la voz de aquel que te llamó y te mostró su amor cuando estabas en la peor condición.

Recuerda la lección de hoy. Aférrate por fe más y más al Señor, tu ayudador. 

Recuerda su gran amor, su pasión, su sacrificio por tanta gente.
Esfuérzate y sé valiente, sigue remando contra la corriente.

Hasta la próxima y que Dios te bendiga.

Te saluda Gerwuer ⛵️

Lectura Anual 📖
Nehemias 3 al 5

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