Día 118 - Amargura y desilusión. (Parte 1)

Jueves 🌥️🌡️1°

Hoy es 28 de Abril de 2022

Se endurece el corazón si le doy lugar a la frustración.

La Bitácora 📝⛵️

El día para mí ha comenzado, el cielo está despejado y la temperatura actual casi llega a cero grados. 

La verdad es que estoy asombrado, y mi mente no puede entender que el frío sigue presente a pesar de lo que dice la gente.

Es que, según comentan por aquí, la primavera llegó hace un mes, pero el frío que siento me dice que es al revés.

Primavera de un grado no se ve en todos lados. Uno espera sentir el calor del sol, pero el frío se roba toda la ilusión.

No puedo evitar hacer una triste comparación con aquellos que dicen ser cristianos que aman al Señor, pero tienen un frío de muerte en el corazón.

Que dolor siento al pensar que muchas veces me he comportado como estos navegantes que hablan tanto del amor, de la gracia y del perdón pero no lo demuestran a su alrededor.

Hay personas que dicen haber nacido de nuevo, y ser cristianos verdaderos pero cuando estás a su lado no sientes el calor esperado, no sientes el aroma de la primavera, no sientes que tienen una vida nueva. 

Es lamentable, pero es real. Lo he visto y lo he vivido. Conozco de primera mano un cristianismo de cero grados. Corazones congelados.

Hay labios que hablan de la gracia del Señor, labios que proclaman su misericordia y su perdón, hay labios que cantan de Jesús el Salvador, pero en su vida diaria no se ve el amor. Son fríos de corazón. Han perdido la pasión.

Dicen que están en la primavera, que han florecido, pero pasan los días y no se ven los rasgos de alguien que está vivo. Son duros, arrogantes, desagradables, fríos y cortantes. 

Oh alma mía no te congeles. 

No te vuelvas dura como una piedra. No te seques. No te duermas. 

Oh Señor, por favor trae fuego a mi interior. Sacude mi alma, enciende en mi esa pasión del primer amor.

Fuuuu!!! Un profundo suspiro suelta mi alma como queriendo exhalar todo ese pesar que ha dejado acumular.

Luego de pensar en todas estas cosas el Señor me lleva a considerar un relato de las Escrituras. Tal vez el problema de la baja temperatura espiritual se encuentre por aquí:

Lucas 24:15-17

"Sucedió que, mientras iban conversando y discutiendo el uno con el otro, el mismo Jesús se acercó e iba con ellos.

Pero sus ojos estaban como incapacitados para reconocerlo.

Entonces Él les preguntó: 

"¿Qué cuestiones son ésas de las que vienen discutiendo entre ustedes por el camino?". 

Ellos se pararon con el semblante entristecido."

¡Que interesante! pienso que ya conoces lo que pasó pero déjame analizar algunas cosas:

Vemos aquí dos personas que desde hace un tiempo han estado siguiendo a Jesús, pero los eventos, o las noticias de la última semana les han afectado de tal manera que han perdido toda la alegría de la vida. 

El gozo y la esperanza que antes tenían ya no es lo que ahora les caracteriza. Están como fríos, congelados, tal vez decir: "descorazonados" sería lo más apropiado.

¿Qué ha pasado con estos dos que se decían ser cristianos?. 

¿Por qué ahora discuten mientras caminan y ya no van de la mano?. ¿Por qué andan con la mirada perdida?. ¿Qué los tiene tan amargados? 

Estos dos se sienten desilusionados, defraudados. 

(Cualquier parecido con nuestra realidad es pura casualidad.)

Estos dos han sido afectados por algo y ya no comparten con los otros hermanos. Están fríos y apartados. Están amargados y desilusionados.

Tal vez se sienten engañados, estafados y ellos creen que es con justa razón, porque han seguido a uno que decía ser el Mesías, han proclamado que Él establecería su reino. Han esperado la victoria, la salvación, la redención terrenal, pero nada de eso ha pasado. Ahora se marchan a otro lado.

Cuántos hay como estos dos que hoy se sienten con el corazón herido y traicionado tal vez le hechan la culpa a Dios por esa persona que los engañó y los lastimó. 

Otros tal vez se han endurecido porque algo que han pedido no lo han recibido. Tenían la ilusión de obtener una respuesta positiva a su oración pero Dios les ha dicho que no y ahora se encuentran amargados, fríos, apagados.

Cuidado con la amargura y la desilusión, que enfrían y endurecen el corazón. Las personas quedan distanciadas, alejadas, separadas o divididas cuando se sienten heridas.

Por ahora dejare aquí la Bitácora de hoy. Mañana seguiré con esta cuestión. Espero que no se enfríe nuestro corazón.

Dejaré un solo pensamiento final para considerar en este día:

No hay peor ignorancia que la que viene de la arrogancia y no hay mayor frialdad que la un corazón lleno de incredulidad.

Hasta la próxima.

Gerwuer

Lectura Anual 📖

1 Crónicas 15-18