Día 63 - Aunque todo siga mal, busca a Dios igual.

Viernes 🌤️🌡️-1°

Hoy es 04 de Marzo de 2022

Bitácora 📝⛵

Comenzamos un nuevo día. Seguimos navegando en esta semana y llegamos al día viernes. Son las seis de la mañana.

Antes de dar inicio al trabajo, lo mejor que puedo hacer es detenerme para hablar con el Capitán.

Estoy en mi aposento alto con el piso de madera. Es un lugar tranquilo y muy especial. Tiene dos pequeñas ventanas que me permiten mirar más lejos que los demás. 

Si bien puedo ver el exterior con toda claridad lo mejor es que en este rincón puedo derramar mi corazón delante del Señor. 

Al abrir mi cuaderno en este día veo una cita de los salmos que me alienta a seguir andando y clamando, sabiendo que Dios siempre me está observando y escuchando.

Es el Salmo 34:15 donde dice:

"Reposa sobre los justos la mirada del Señor y sus oídos atienden a su clamor"

¡Que maravilla! ¡Que bendición!

Los Justos cuentan con el cuidado y la atención de Dios.

Pero de pronto me detengo a pensar... ¿Soy justo? 

¿Puedo decir, con toda confianza, que Dios me escucha y me guarda porque soy justo, soy recto y soy agradable a sus ojos?

¿Quién puede afirmar tal cosa?

¿No dice Eclesiastés 7:20 que no hay nadie en la tierra que sea justo, que haga el bien y que nunca peque?

Cuando pienso en mi vida tanto pasada como presente, se que muchas veces he pecado y no he sido obediente.

¿Cómo puedo ser justo realmente si no soy capaz, con mis propias fuerzas, de vivir un solo día en absoluta santidad y obediencia?

Hay una sola respuesta que me sostiene y me renueva. 

Soy declarado justo tan solo por medio de la fe. No hay nada de lo que me pueda jactar o envanecer.

Pablo en su carta a los Romanos, por inspiración de Dios, lo expresó con claridad cuando dijo que:

Romanos 3:23-24

"Por cuanto todos han pecado, todos están separados de la gloria de Dios, pero son justificados gratuitamente solo por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús"

En otras palabras esto quiere decir que, si bien todos pecamos y no merecemos por nuestras buenas obras la salvación, por medio de la fe sí que podemos obtener perdón.

Dios nos declara justos, es decir sin culpa, en forma gratuita, solo por su gracia, por su favor, por su misericordia, mediante el pago del precio del rescate o de la fianza que hizo Jesús al morir en la Cruz.

Por eso más adelante Pablo afirma lo siguiente:

Romanos 5:1-3

"Justificados, pues, por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido acceso, por la fe, a esta gracia en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las pruebas o tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia"

Esto es tan bueno saberlo y nos ayuda en los momentos de mayor tristeza y angustia. 

Los que hemos creído en Jesús como Salvador somos justos y Dios nos observa, nos escucha, nos guarda en toda situación.

Si él permite que pasemos por alguna prueba dolorosa, una pérdida o una aflicción, no es porque no nos ama o no se interesa en nuestro problema. Es tan solo porque tiene que cumplir con lo que ya está escrito, aunque no lo entendamos. Aunque no sea lo que deseamos ni se ajuste a lo que tanto esperamos.

Igualmente, pase lo que pase, repito lo mismo que ya he dicho antes:

"¡Insiste en buscar al Señor!"

Querido navegante que lees la Bitácora de hoy, no importa cual sea tu situación, sigue aplicando el mismo consejo que te doy:

"¡Insiste en buscar al Señor!"

Tal vez los resultados médicos han dado positivo y, teniendo el nuevo virus, te ves obligado a estar, por cuarenta días, encerrado. ¿Qué mejor ocasión para doblar la rodilla y buscar al Señor?

Tal vez has perdido a un ser querido, tal vez has sufrido un accidente, tal vez del trabajo te han despedido, o te han informado de algo inesperado... sea lo que sea que haya pasado, en este momento por favor, insiste en buscar al Señor, aunque te encuentres desesperado.

Te aseguro que si lo buscas de verdad, aunque las cosas no puedan cambiar, aunque no responda como como tú esperas, te sentirás mejor. Su paz inundará tu corazón y te ayudará a seguir adelante aún en medio del dolor.

Que Dios te bendiga es mi oración.

Hasta la próxima.

Gerwuer

Lectura Anual: 📖

Deuteronomio 28 al 30