Hombre de poca fe. Cuando el agua te llega al cuello.
Hombre de poca fe. ¿Qué hacer cuando sientes que te estás hundiendo? «Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?» (Mateo 14:31) Creo que esta es una de las escenas que se repiten en la vida de todo marinero que navega rumbo al cielo. Nos embarcamos para seguir el llamado. Nos lanzamos a navegar por el mar de la vida siguiendo el mandato del Buen Capitán que nos ha ordenado cruzar al otro lado. Mientras las aguas no se agitan, todo el viaje es hermoso. La emoción nos llena el corazón de gozo. Vamos cantando con alegría pensando que así será el recorrido día tras día, pero cuando menos lo esperamos nos encontramos con la peor tempestad y sentimos que todo terminará sepultado en el fondo del mar. En los momentos desesperados, cuando el agua entra por todos lados, buscamos en oración al Capitán que nos envió a llevar su mensaje de salvación, pero parece que se ha cortado la comunicación. ¿Será que se ha olvidado de nuestra embarcaci